" Oh, what a change between
to-day and yesterday!
W.M. Thackeray. "Vanity Fair. A Novel Without Hero."
“El
territorio de la estética comienza donde termina el mundo convencional. Designa
aquel espacio en el cual la realidad y la imaginación entran en conflicto. Los
artistas son guardianes de la frontera de un reino situado más allá del mundo
administrado, fuera del alcance de la soberanía interpretativa de la política y
la economía. Mientras todo el mundo está enfrascado en la eterna disputa sobre
quién es dueño de qué, el arte resuelve las condiciones de propiedad a su
manera: en el reino de la estética todos son dueños de todo.”
Podríamos definir esta palabras de
Alfons Hug como un bello eufemismo o una leve metalépsia de negación de lo que
de una manera más cruda es el uso de la estética por el capitalismo?
1. El terreno de la estética no
comienza donde termina el mundo convencional (léase Mercado). Es una
continuación del mundo convencional del capital por otros medios, del modo como
Gérard de Nerval concebía los sueños como continuación de la vida.
2. Los artistas, en el mundo
contemporáneo no son guardianes de ninguna frontera de ningun reino situado más
allá de un mundo metapolítico y metaeconómico porque tal cosa de “no
enfrascarse” sencillamente es tan posible y ridícula como un reino de cabezas
con alas de cisne. Todos estamos contaminados en la cadena.*
El capitalismo, al no poder resolver
el problema de la pobreza por medios económicos lo resuelve por medios
estéticos y los artistas son los encargados de lograrlo. No de un modo en el
que desafían al sistema capitalista heroicamente y con el puño en alto en plan
Bono como intenta pintarlo el curador de La Bienal de Sao Paulo y muchos antes
que él, sino que colaboran directamente con el sistema diseñando todas las
soluciones virtuales posibles para, como quería el nazismo, cambiar el deseo
básico del pobre por la propiedad, por su derecho a ser el protagonista
estético de la obra de arte. A figurar dramática o picarescamente en ella y
como en el célebre Teatro de Marionetas de Von Kleist, ser manejado por la
infinita gracia del dios artista en el reino de Jauja maravilloso del que nos
habla el curador.
La idea del pobre como espectáculo y
del artista vicario no es sin embargo nueva. Tampoco la del burgués ilustrado
(o perverso…) que adopta un mecanismo de transferencia emocional transitoria
para obtener indulgencia moral comprando y coleccionando arte de género (...no
otra cosa es el arte social...) La idea, por el contrario parece ser atávica.
Ya en el siglo XVIII encontramos una
corriente pictórica originada en Nápoles ( el típico tercer mundo del XVIII)
“preocupada no tanto por nuestros iguales, sino por nuestros inferiores” **
cuyos mejores ejemplos son Traversi ( c. 1732-1769) , Ceruti (activo 1720- 50)
y Crespi (1665-1747) cuyas escenas de pobreza y rusticidad intimista fueron tan
caras al gran duque Fernando de Medicis. En Piazzetta, pupilo de Crespi,
encontramos ya una especie de protorrealismo socialista muy apreciado por el
mariscal Schulemburg, coleccionista también de Ceruti.
Los grandes banqueros, el Príncipe De
Lichtenstein y Luis XV fueron los principales clientes de las escenas de
pobreza de Chardin así como los comerciantes holandeses y el Archiduque
Leopoldo Guillermo de Austria de los pintores de género de los países bajos.
De la vida de los pobres como
pasatiempo de los ricos no hay pues, nada nuevo bajo el sol. En lo que si hay
un “Gran salto Adelante” es en que solo hasta nuestros días el “arte preocupado
no tanto por nuestros iguales, sino por nuestros inferiores” es el Arte Oficial
.
Finalmente lo que tampoco parece ser
una idea nueva es la del artista social como escalador social. Teniers el Joven
(1610-1690) llegó con sus escenas del campo a ser pintor de la Corte en
Bruselas y Curador (sic) de la Galería de Pintura del ya nombrado Leopoldo
Guillermo. Caryn James en su crónica (International Herald Tribune. Aug 31,
2004) de la reciente versión de Mira Nair de la novela “Vanity Fair” de
Thackeray define a la bella, encantadora, inefablemente ingeniosa y más famosa
arribista de la literatura inglesa y universal Becky Sharp, como una...
“Trepadora de buen corazón” (A Social
Climber with Heart).
El artista contemporáneo no es solo el
inocente roussoniano de Hug sino que puede al mismo tiempo llegar a ser el más
astuto de los mortales bajo el capitalismo. ***
* Louis Althusser. Ideology and ideological
apparatuses.1970.
** Michel Levey. Rococo to revolution. Major trends in
eighteenth-century painting. 1966.
*** Jean Gimpel. The cult of art.
Against art and artists. 1969