Dec 18, 2010

La Telaraña Global De La (pregunta) Retórica




Oh what a tangled web we weave, when first we practice to deceive!
Sir Walter Scott. Marmion. 1808
 In certain kinds of writing, particularly in art criticism and literary criticism, it is normal to come across long passages which are almost completely lacking in meaning. Words like romantic, plastic, values, human, dead, sentimental, natural, vitality, as used in art criticism, are strictly meaningless, in the sense that they not only do not point to any discoverable object, but are hardly ever expected to do so by the reader. 
George Orwell. "Politics and the English Language." 1946
His  true function was to ask questions, not to answer them; his true function was to provoke speculation, not to satisfy it. Henry Steele  Commager

…because of age of mass travel stupid artists can move around the globe being well… stupid
Art Dog
Wild enough to believe that the artists and critics could dominate America
James  Oppenheim. The Story of the Seven Arts. 1930
Ain't a man's talking big what makes him big — long as he makes folks believe it?
Eugene O'Neill.  The Emperor Jones
Money answers all   things.  Ecclesiates 10: 19
The corruption of  man is followed by the corruption of language. Emerson. Nature. 1836


La Pregunta Retórica, la pregunta sin respuesta, es un género literario tan antiguo como a la burocracia. El burócrata cultural, respondiendo a  la necesidad de sostener un sistema de Poder mediante una cadena de puestos inútiles, ha hecho de la Pregunta Retórica la justificación de su existencia. La relación factual entre la Respuesta y la Pregunta Retórica obviamente no existe, pero darse cuenta de ello lleva tiempo y ese tiempo debe ser financiado por alguien; ese tiempo perdido en no encontrar la respuesta al problema es el oro del burócrata y su poder sobre la colectividad se funda en la manipulación de la ansiedad continua y el juego de la expectación que la pregunta crea.
Gran parte de la adicción continua con la que el Arte Político, el nuevo drug dealer encargado del Lenguaje simbólico del Capitalismo Filantrópico, se basa en la producción contínua, fordista, en masa, de la Pregunta Retórica. La Pregunta Retórica se ha convertido en una carrera y una profesión como la Medicina o la Construcción. Y ¿Quién la promueve y la financia? El Estado. La Institución. La Corporación. El museo. La Universidad. En un terreno diferente a la cultura, obtener del Estado o la Institución  recursos para solucionar  un problema que con el tiempo se demuestra que no existe se llama corrupción. En el terreno cultural no. Allí, dilapidar el dinero en burocracia se llama Políticas Culturales.
La Pregunta Retórica básica - ¿Puede el arte incidir en un cambio social? - si tenemos en cuenta que ya había sido formulada durante la Revolución Francesa y que todo el arte de Jaques Louis David, como nuestro arte político del Siglo XXI, es un intento de responderla a través de la heroización del artista y del tema que lleve a una sociedad más justa, lleva reciclándose y proporcionando empleo mucho tiempo. La Pregunta Retórica es  la piedra angular del aparato de nuestro Arte Contemporáneo, que no es más que un reciclado del sistema Académico de David y el monopolio dictatorial de la burocracia académica de la Francia de la primera mitad del siglo XIX.
No obstante, en nuestra era, la insistencia en su formulación, y su ausencia de respuesta, viene de los años 60. Hoy, en sus  rozagantes 40 años, se halla pandémicamente diseminada por toda la tierra.  Martha Rosler se la acaba de hacer de nuevo en enero del 2010. Take the Money and Run? Can Political and Socio-critical Art “Survive”? http://www.e-flux.com/journal/view/107, y lo que aún falta por venir desde esa dinámica de mutación del Logos corporativo es previsible. La única respuesta que parece ser clara es que - mientras sobreviva la telaraña de la especulación retórica y su flor más preciada, la Pregunta Retórica - el “Arte Político” y quienes se alimentan de él, no tendrán de qué preocuparse en términos de subsistencia material.
La industria de la Pregunta Retórica respecto a la función política del Arte debe ser, en principio y junto con la de la mismísima politización de la Estética, una de las industrias más poderosas y rentables sobre la tierra. Es un imperio que cada día es alimentado en cada rincón donde exista devoción por el discurso burocrático respecto al arte y, desde luego, donde haya un mercado para éste. Yace en la mismísima semilla del Turismo Cultural, uno de los rubros más importantes del mercado del Turismo contemporáneo. Erradicar los eventos basados en la Pregunta Retórica y erradicar la burocracia que vive de éste fenómeno, implicaría una catástrofe a nivel de empleo, a nivel de la industria del turismo y sobre todo la catástrofe del Sistema  mismo, que - sin un foco de distracción respecto a sus procedimientos sobre el manejo del capital y la legitimación y la voluntad de eternización de la pobreza a través de la estética, que es el papel que el Arte y la Teoría políticos cumplen en su nombre - quedaría totalmente expuesto al análisis político, ideológico y económico desde metodologías que ha evadido hasta ahora con relativo éxito.

El Altermodernismo de Bourriaud no es otra cosa que la mutación bacterial del desprestigiado Posmodernismo para seguir legitimando con nuevas vestiduras el turismo basado en la Retóricas de la Identidad.  La nueva “creolización” del artista, del curador y de la burocracia no es más que la Creolización del Turismo y da un nuevo aire a los eventos basados en la especulación sobre la función social del arte, cuyo código secreto de sucesiones binarias de inutilidad y su grosero colaboracionismo estaban siendo desnudados. El Altermodernismo no pasa a ser pues, más que una recodificación de la imperiosa necesidad de sostener a como dé lugar el sistema de bonificación corporativa y de servidumbre ideológica de la cultura a través del turismo y el populismo cultural. La manera eufemística de decirlo y venderlo en un lenguaje, que más posmoderno no puede ser, es imponderable:
“Artists traverse a cultural landscape saturated with signs, creating new pathways between multiple formats of expression and communication. The artist becomes 'homo viator', the prototype of the contemporary traveller whose passage through signs and formats refers to a contemporary experience of mobility, travel and transpassing [..]Altermodern art is thus read as a hypertext; artists translate and transcode information from one format to another, and wander in geography as well as in history”. Bourriaud. Altermodern Manifesto.
http://www.tate.org.uk/britain/exhibitions/altermodern/manifesto.shtm
Sin eufemismos ni latinajos, lo resume a su manera naif un comentarista profano en el blog Art&Politics de Art Review:
The basis of alter modernism is ‘it moves around a bit’ ...because of age of mass travel stupid artists can move around the globe being well… stupid, and that’s ok?
http://www.artreview.com/group/artandpolitics/forum/topic/show?id=1474022:Topic:667645&page=1&commentId=1474022:Comment:667654&x=1
No sabemos a nivel de qué otros presupuestos se encuentra el presupuesto que el Capital cultural le dedica a la Pregunta Retórica. ¿Cuántos empleos dependen de que la Pregunta retórica exista? ¿Cuántos empleos se perderían si desapareciera? ¿Cuánta gente depende, para sobrevivir, pagar sus cuentas, sus hipotecas y sus vacaciones?

Si tratáramos de examinar cuánto se ha gastado y se gasta el Capital Corporativo en aceitar ese sistema turístico de bonificación, privilegios y compinchería oratoria en torno a la especulación retórica sobre la relación entre Arte y Política, el problema se vuelve inconmensurable. Cuánto se ha gastado y se gasta en artistas, curadores, filósofos, teóricos, críticos, conferencistas, directores de Museo, directores de Colección y profesores, en organizar Bienales, Foros, Ciclos, Conferencias, Encuentros, Convivencias, Fiestas, Paseos, Tumultos, Cafés, Conciliábulos, Performances... En pasajes, hoteles, limosinas, taxis, residencias, honorarios, viáticos, cenas, almuerzos, chicas, chicos, clubes, psicotrópicos, alcohol y perfumes... En luces, sonido, video, refrigerios… souvenirs
Ésta que presento al público, es solo una pequeña antología de eventos basados en la Pregunta Retórica. El material  que se encuentra a diario en Internet es infinito. Las preguntas y sus exóticas y variopintas expresiones posmo tomadas de la retórica de la “rebelión”, del “desastre”, de la "hostilidad" y de la "rabia" están en negrillas. El escenario burocrático en el que se dieron está en letra standard. Las respuestas, claro está…en ninguna parte.
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¿Qué hacer de la pregunta  « ¿Qué hacer?»? ¿Qué hacer? Pensar lo que viene. ¿Toca? Y entonces ¿cómo hacerlo? ¿Qué hacer? y ¿qué hacer de este imperativo? ¿En qué tono tomarlo? ¿Desde qué altura?¿De dónde viene el aplomo en general?Aplomo. Llamemos. ¿Qué es lo que llamamos aplomo?¿qué hacer? ¿qué vamos a hacer con la tierra? «¿qué hacer?», si no por una doble interrogación: -«¿Qué hacer de la pregunta “¿qué hacer?”?».
Derrida. Jacques Derrida y Alain Minc, «Penser ce qui vient», Le Nouveau Monde  (París), 92 (1994), pp. 91-110. Traducción de Bruno Mazzoldi en El tiempo de una tesis. Desconstrucción e implicaciones conceptuales, Proyecto A Ediciones, Barcelona, 1997, pp. 29-39. Edición digital de   Derrida en castellano. http://www.jacquesderrida.com.ar/textos/que_hacer.htm


What is at stake when artists, architects, curators, organisers and other cultural producers facilitate bricks-and-mortar change, on the ground in cities, with citizens, communities and institutions?
How do we test the interrelationships between the practices of artists and urban policy makers?
What is the metric that we might utilise to determine effectiveness?
And what do we mean by effectiveness?
Critical effect? (Or, for that matter, critical affect?) The putatively emancipatory outcome generated by some kind of new situational knowledge?
Or, is it a question of generating ambiguity, per se, as a means of problematising hegemonic political, economic and cultural formations?

Joshua Decter. Art and Its Cultural Contradictions.
http://www.afterall.org/journal/issue.22/art.and.the.cultural.contradictions.of.urban.regeneration.social.justice.and.sustainability
¿Cómo pensar la política?
Seminario "Política, policía, arte". Con la presencia de Gustavo Chirolla como conferencista principal, el Programa de Bellas Artes de la UJTL sigue adelante con el Seminario "Política, policía, arte", que tiene su tercera charla el miércoles 03 de marzo, en el Hemiciclo de la Biblioteca de la Tadeo. http://boletin.utadeo.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=661&catid=65
¿Pero…, de qué vive un artista en Colombia?
Esta es una pregunta recurrente entre la gente  que converge en los diversos ámbitos del arte; sobre todo si se trata de un artista contemporáneo en sus manifestaciones más radicales y experimentales.
Durante los días 25, 26, 27 y 28 de enero en el auditorio del Banco de la República de Popayán se dará cita a artistas, críticos, curadores, gestores, productores,  docentes, estudiantes, en nombre propio y en representación de entidades que tienen que ver con la investigación, el desarrollo y la promoción del arte en Colombia.
http://www.mincultura.gov.co/?idcategoria=33838
¿HOW MIGHT ART take measure of the multiple mutinies and upheavals that currently beset global society?...
How might art become integral rather than peripheral to the widespread challenge that affects not only the production of art but its reception as well, particularly in light of the deleterious effects of reactionary, conservative and fundamentalist politics on all world social formations today?
What is the current world picture?
How has it changed since the postwar period in Europe,
and since decolonization opened up Africa, Asia, and South America?
As the world order built on First, Second, Third and Fourth World divisions implodes, what arrange-
ments of power are emerging?

Okwui Enwezor, The Unhomely: Phantom Scenes in Global Society. http://www.terryesmith.net/texts/TS_CreatingDangerously.pdf.

¿Cuál es el status de la imagen?
¿Cuál es su grado necesario de visibilidad (o invisibilidad)?
¿Cuáles son sus posibilidades de hacer y deshacer, de traducir verdad o falsedad?
¿Cuál es la elocuencia de la ausencia, de lo latente y de lo potencial?
¿Cuáles son las operaciones artísticas que intervienen en estas reflexiones?
¿Cómo aproximarse desde el territorio del arte a los problemas políticos, sociales, económicos y raciales, para resignificarlos?
¿Cómo transformar los modos establecidos de representación, muchas veces arbitrarios e impuestos, a partir de nuevas miradas críticas?
¿Cómo cuestionar la noción misma de la representación?
¿Qué rol cumple el arte ante una realidad compleja?
¿En qué medida tiene sentido estudiar el rol de la representación en diálogo con otros artistas latinoamericanos o internacionales, o con la propia historia?
¿ Dentro de este núcleo están las siguientes exposiciones regionales:¿Cuáles son los modos posibles o deseables de participación?
¿Cuál es el límite entre el arte producido por artistas para y con las comunidades y un programa social?
¿Cómo resguardar al arte de los imperativos de lo políticamente correcto?
¿Cómo educar desde el arte?
¿Puede hablarse de una dimensión ética en el arte, y en tal caso, qué efectos conlleva?
¿Cuál es la relación entre pedagogía artística y obra de arte?
¿Cómo provocar la mirada artística?
¿Cuál es la necesidad de la acción?

Comité Curatorial, 41 Salón Nacional de Artistas.Wilson Díaz, José Horacio Martínez, Oscar Muñoz, Victoria Noorthoorn y Bernardo Ortiz.http://salonesdeartistas.com/41sna/posici%F3ncuratorial.pdf
¿Cuál es la relación existente entre Arte y Política? ¿Cómo se articulan estas nociones y como se afectan la una a la otra? ¿La relación entre arte y política fundamental en la Modernidad, lo es hoy en la contemporaneidad?
Para poder develar estos interrogantes, entre otros, trataremos de abordar la noción de política y la noción de arte a la luz de procesos y análisis artísticos y culturales, que se desprenden de los discursos teóricos, históricos y críticos de las diferentes disciplinas que conforman las Ciencias del Arte: la antropología, la psicología, la filosofía, la estética, la sociología, la historia, la teoría y la crítica.
Objetivos
  • Generar un espacio de orden teórico para desplegar los interrogantes que sean necesarios, en lo referente al estudio del Arte y la Política y sus complejas relaciones, tanto a nivel sociológico, psicológico, antropológico, artístico, filosófico, estético e histórico.
  • Configurar un terreno conceptual para acentuar la divulgación y consolidación de las Ciencias del Arte en el país.
  • Evidenciar la relación existente entre el Arte y la Política desde las Ciencias del Arte.
  • Propiciar un espacio de diálogo entre la ciencia y el arte, la investigación y la creación.
  • Divulgar las más recientes investigaciones realizadas alrededor del tema principal.
  • Reunir a los más importantes investigadores nacionales e internacionales interesados en la temática del seminario y unirlos en la red del proyecto Arte y Política.
  • Estrechar los nexos entre la academia francesa y la colombiana.
  • Consolidar los vínculos entre instituciones de educación superior del país que ofrecen programas de formación artística y programas de orden teórico.
  • Consolidar y estimular la creación del Centro Franco-Colombiano de Altos Estudios.
  • Dejar sentadas las bases de cooperación para el intercambio académico entre las universidades francesas y colombianas.
Metodología
Se proporcionará un material escrito a cada uno de los participantes con el fin de propiciar elementos de discusión y análisis y, así garantizar una discusión abierta durante la cátedra al final de cada sesión y en la mesa redonda.
El seminario está orientado a estudiantes, profesores y profesionales de diferentes áreas y disciplinas como Artes (cine, literatura, plástica, teatro, danza, arquitectura y diseños), Ciencias Humanas, Ciencias Médicas, artistas e investigadores interesados en las Ciencias del Arte y en la problemática tratada.  Estará abierto al público dentro y fuera de la comunidad universitaria.
Se realizará un libro con las ponencias de los participantes.
Ponentes no invitados
Recepción de ponencias desde el 1º de febrero, hasta el 30 de mayo de 2010. Las ponencias deberán portar sobre el tema Arte y Política y serán estudiadas y seleccionadas por el comité científico de la cátedra.
Comité científico
  • Juan Carlos Guerrero (Profesor U. Tadeo, miembro GICA)
  • Pedro Pablo Gómez (Profesor U. Distrital)
  • Ricardo Lambuley (Decano Facultad de Artes U. Distrital)
  • Carlos Eduardo Sanabria (Profesor U. Tadeo)
  • María Mercedes Herrera (Profesora U. Tadeo, miembro GICA)
  • Estela Barreto Álvarez (Vicerrectora Académica de la ESBA de Cartagena)
  • Carole Ventura (MAMC)
  • Ricardo Arcos-Palma (Profesor U. Nacional, Director Museo de Arte y coordinador de la cátedra-GICA).
Comité operativo
¿Pero por dónde comenzar a hablar de nosotros mismos?
Tendríamos que preguntarnos, ¿qué sucede en el contexto en el que se presenta el evento? Los curadores decidieron tomar como lema central una de las preguntas planteadas por Roland Barthes en uno de sus primeros seminarios en el Collège de France “¿Cómo vivir juntos?”
¿Cómo no pensar en la seriedad de esa pregunta  barthésiana llevada al contexto del arte, en un país donde el vivir juntos parece posible por paradógico que parezca, aunque marcado por una gran miseria y una gran diferencia racial y por ende social? En un país donde la miseria “convive” a unos pasos de la opulencia, donde el arte mismo es custodiado por esos personajes de negro, está pregunta replanteada desde el arte, sigue sin respuesta.
Ricardo Arcos-PalmaEL « CÓMO VIVIR JUNTOS », PERO NO REVUELTOS.
Vistazo Crítico a la Bienal de Sao Pâulo.
What is the political in political art? What can art do to make another world? What is the role of the exhibition, especially of projects that were made in an activist context, and what role does communication and networking play in art-making?
Sat 29th May | 2–4 pm | Artist as Activist, Art as Catalyst* | Speakers: Martha Rosler, artist | Zanny Begg, artist | Wong Hoy Cheong, artist | Choi Tsz-kwan, Ger, artist | Moderated by Manray Hsu, independent curator and art critic Backroom Conversations:
Presented by: Asia Art Archive
In conjunction with: ART HK 10
Supported by: Home Affairs Bureau, The Government of the Hong Kong Special Administrative Region, and Burger Collection
For more information: http://www.aaa.org.hk or visit AAA’s booth at ART HK 10
Nuestra pregunta  fundamental será entonces: ¿Cuál es el lugar que ocupa el cuerpo en las diferentes prácticas artísticas y culturales de la contemporaneidad?
Para poder develar, entre otros, este interrogante principal trataremos  de abordar el cuerpo a través de los mapas que crean las diferentes disciplinas que conforman las Ciencias del Arte: la antropología, la filosofía, la estética, la sociología, la historia y la crítica.
La primera versión de la Cátedra Franco-Colombiana de Altos Estudios, pretende reunir una serie de investigadores y artistas que han reflexionado y elaborado obra con el cuerpo. Contaremos entonces, con la participación de ponentes nacionales e internacionales de muy alto nivel, especialistas en el tema.
Bogotá, del 16 al 31 de octubre del 2008
Instituciones vinculadas y responsables del proyecto
Universidad Nacional de Colombia
Universidad Distrital Francisco José de Caldas,
Dirección Nacional de Divulgación Cultural, Universidad Nacional de Colombia.
María Belén Sáez de Ibarra. Dirección Nacional de Divulgación cultural, universidad Nacional de Colombia
Pedro Pablo Gómez. Coordinador Unidad de Investigación, Facultad de Artes ASAB Universidad Distrital, Grupo de investigación Poiesis XXI.
Ricardo Lambuley. Decano Facultad de Artes ASAB. Universidad Distrital. Miembro fundador de la Red Franco-Latinoamericana de Estética y Ciencias del Arte. Grupo de investigación COMA.
Ricardo Arcos-Palma. Director Grupo de Investigaciones en Ciencias del Arte GICA. Universidad Nacional de Colombia. Coordinador Académico de la Cátedra Franco-Colombiana de Altos Estudios.
Inscripciones
Del lunes 6 al miércoles 15 de octubre
Estudiantes U. Nacional - U. Distrital $ 25.000
Docentes, administrativos y egresados U. Nacional - U. Distrital $ 50.000
Estudiantes otras universidades $70.000
Particulares $100.000
Can Art Inspire Social Change and Contribute to a Sustainable Earth?
NZ Art Exhibit About Environment and Society http://artsociety.suite101.com/article.cfm/environment_society_and_art#ixzz0fHPvlPoH
¿Cuáles Son Las Claves De Una Política Cultural Progresista?
La pregunta “¿Cuáles son las claves para una política cultural progresista?” es inabarcable, obviamente, y el formato de la encuesta, una sola respuesta en pocos minutos, hace aún más irreales sus posibles resultados. Sin embargo la imposibilidad misma de contestar hace que una multiplicidad de apuntes, guiños y sugerencias vayan apareciendo para definir el sentido de este debate.
http://www.ojoatomico.com/cualesson/index.html

How can art effect political change?
 Art 21.FLASH POINTS. March 12th, 2009
How can art effect political change? Art21: FlashPoint. April 1st, 2009
Is all art political? Is the very nature of art itself political? Can there be art without politics? Does art have the potential to transform the world? Art 21 http://www.pbs.org/art21/discuss/current/index.html
Por estos días la Facultad de Artes ASAB termina la selección de los maestros y maestras que entrarán a conformar su planta docente a partir de 2008. Entre otras preguntas, a los elegibles les han planteado reflexionar sobre la función crítica del arte. Mediante este criterio de selección se desea establecer en qué época viven los y las aspirantes, –se pretende establecer qué tienen en mente el elegible o la elegible en cuanto a las funciones del arte en la actualidad; un portafolio puede decir mucho del pasado, pero poco del presente.
Es función  del arte actual, ¿atestiguar visualmente los acontecimientos dolorosos o placenteros que modelan la sensibilidad, como creían en la Antigüedad? –¿Educar en la fe, tal y como se estableció en el Medioevo y en el arte de la contra-reforma? –¿Condicionar la sensibilidad como creían en el siglo XIX? ¿Formar para la libertad, como esperaban algunos ilustrados del siglo XX? –¿Producir imagen como pretenden algunos en la actualidad modernizante? –¿Construir formas alternativas para pensar, como creen otros artistas en la Contemporaneidad?
¿Cuáles son las funciones del arte en el tiempo actual? Esta pregunta genera otras subsidiarias: ¿cómo queremos configurar nuestra actualidad? ¿Visualmente, multiculturalmente? ¿Cómo criticabilidad? ¿Es la crítica algo deseable para una comunidad, o para qué tipo de comunidades? ¿En la visualidad y o en la multiculturalidad es realizable la crítica o tal vez ellas dificultarían su existencia? La pregunta con la que se ha puesto a prueba la solidez intelectual de los evaluadores y la de los evaluados no es ingenua. La pregunta prolífica es aquella que reta el intelecto de unos y otros
La función del arte ¿es el acompañamiento visual de los generales en sus campañas expansivas o defensivas? ¿Es el elogio de los atletas victoriosos en Olimpia? ¿Es la asistencia al sacerdote piadoso en su afán de asegurar sus pertenencias salvando el alma de sus feligreses? ¿Es complacer las expectativas de confort que nuestra época se ha encargado de generar en hombres y mujeres? ¿Es satisfacer la necesidad de irrealidad que generan nuestras angustias? ¿Es construcción de imagen como nos sugieren los Estudios Visuales? ¿Es un registro etnográfico como difunden hoy los Estudios Culturales? ¿Es asistencia social como desea el humanisum profiteer? ¿Es construcción de pensamiento crítico como único garante de la libertad? ¿Son cosas que significan porque abren horizontes de libertad?
La respuesta que construyamos habrá de determinar nuestra respuesta a las construcciones artísticas, –pretenderá solucionar nuestras inquietudes legítimas sobre lo que es arte, al establecer sus condiciones mínimas. Si la ética ha pensado para sí unos mínimos, ¿por qué el arte no puede explorar esta posibilidad?
Jorge Peñuela. La Función  Crítica Del  Arte. http://esferapublica.org/nfblog/?p=1117
¿Qué nuevas fuerzas centrífugas emergen en la cultura bajo la línea ecuatorial?
¿Qué saldos han tenido las políticas de inclusión?
¿Qué nuevos diagramas de poder han emergido con la inscripción del sur en el mapa artístico global?
¿En qué medida la práctica artística puede pretender tener aún alguna relación con el proyecto de la descolonización? 

SITAC VII 2009
Séptimo Simposio Internacional de Teoría sobre Arte Contemporáneo
7 th International Symposium on Contemporary Art Theory
Director: Cuauhtémoc Medina
3.30-3.40   Cuauhtémoc Medina: Perdiendo el Norte
3.40-5.00 Nikos Papastergiadis/Jean Fisher/ Nelly Richard
Moderador: Cuauhtémoc Medina
5.00-6.00 Debate y ronda de preguntas y respuestas
6.00-6.20 Receso Receso
6.20-7.00 Doris Salcedo/Beatriz González conversan con Taiyana Pimentel
7.00-7.30 Preguntas y respuestas

How does the design of an architectural space affect social dynamics?
Can art stimulate social engagement and social movement?
This production-seminar was grounded in a literature drawing from art, architecture, cognitive science, sociology, and urban planning. This CAT 124 course was the recipient of a $5000 Open Classroom Challenge Grant from the UCIRA.
Social Architectures Course. Social Movement Laboratory.
In June of 2004 the New York Foundation for the Arts conducted an online poll concerning people's attitudes regarding "political art" Of the 3000 or so individuals who responded, around 69% voted that "political art is boring", 4% thought "politics should be kept out of art", and 27% appreciated "political art".
But what is "political art" and who defines it?
Who makes your art materials, how much are they paid, and under what conditions do they work?
Seen in such a context, can any work of art truly be above politics?
But what about the transcendent qualities of art, doesn't that universality place the arts soaring above the corrupt world of politics and the vulgar materialism of society?
Doesn't the spirituality of art keep it free from the constraints of avarice?
Doesn't the mystical aspect of art place it above earthly and mundane concerns?

WHY ALL ART IS POLITICAL
Mark Vallen - October 2004
www.art-for-a-change.com
Can art create political change? Jackedobkin. Flickr.
Can Good Art be Political Art? Peter Cresswell
December 14, 2009
¿Cuál es la forma en que se lleva a cabo esa doble vida?
¿Cómo se produce al mismo tiempo que se organiza?
¿Cómo entienden los artistas su producir el sur para el sur?
¿Cómo se conectan estas líneas que rara vez se intersectan? 

Sábado 31 de enero. Panel III
Desde el sur, para el sur: el despliegue de otra geografía
Centro Cultural Universitario Tlatelolco
10:00-11:30   Ricardo Basbaum, Magdalena Jitrik, Fernando Alvim, Roberto Jacoby. Moderadora: Daniela Pérez
11:30-12.30 Debate y ronda de preguntas y respuestas
12.30-12.45 Receso
12:45-13:45 Terapia intensiva: debate sobre el simposio a cargo de participantes de las clínicas. Moderadora: Mariana Botey
13.45-2.20 Raimond Chaves: Toque criollo
Enero 29-31
Clínicas I, II, III
Centro Cultural Universitario Tlatelolco
10.00-2.00
Clínica I. Zonas de disturbio, cartografías de la fractura
Responsable: Mariana Botey

¿Hasta que punto el SUR se prefigura como la inversión teórica de la trinidad: universalidad (globalización)-modernidad-capitalismo? ¿O es el SUR la interioridad espectral de la formación histórico-política del capitalismo como sistema mundo?

El énfasis de la clínica será el de establecer un contexto histórico-teórico al concepto-metáfora SUR como herramienta crítica en las prácticas culturales contemporáneas.
Is art a tool for political influence?
Can art embellish the world or art is a tool of political influence, a critical approach to society, conveying messages and aiming for the change? According to Gustave Courbet...

http://www.coursework.info/University/Social_studies/Sociology/Social_Theory/Is_art_a_tool_for_political_influence__C_L89482.html#ixzz0fHXa6gHY
Can Political and Socio-critical Art “Survive”? Martha Rosler .EFlux. 2010
http://e-flux.com/journal/view/107
Can it be decisive insofar as it effects political change which can be measured?
Perhaps such an art with such intent is castigated for its very ineffectiveness? 

Art & The Political Seminar: Part 1
1st December 2006, Glasgow School of Art
Chaired by Craig RichardsonOrganiser: Dr. Ross Birrell (Research Assistant, Studio 55: Centre for Research in Fine Art Practice, GSA and Editor of online journal, Art and Research: A Journal of Ideas, Contexts and Methods.
Art & The Political Seminar: Part 1
1st December 2006, Glasgow School of Art
Chaired by Craig Richardson
Participants: Tanya Eccleston (Director of Research Centre for Art in Social Contexts, Programme Leader Fine Art, Head of Sculpture & Environmental Art, GSA), Chad McCail (Artist, Cumbria Institute of the Arts), Ross Sinclair (Researcher, Sculpture & Env Art, GSA), Alan Currall (Researcher, Sculpture & Env Art, GSA), Ken Neil (Head of Historical & Critical Studies, GSA), Chris Fremantle (On The Edge Research, Gray's School of Art), Monika Vykoukal (Curator, Peacock Visual Arts Aberdeen), Justin Carter (Sculpture & Env Art, GSA), Minty Donald (AHRC Research Fellow in the Creative and the Performing Arts, Mackintosh School of Architecture, GSA), Craig Richardson (Chair) (Researcher, Oxford Brookes University), Sue Brind (Research/Sculpture & Env Art, GSA), Damian Sutton (Research Developer, School of Design & Fine Art, p-t Historical & Critical Studies), Klaus Jung (Head of Fine Art, GSA and Director, Studio 55: Centre for Research in Fine Art Practice), Dominic Hislop (Artist, Berlin), Oliver Ressler (Artist, Vienna), Kyle McCulloch (Artist, Glasgow - and editor of spoof art magazine Pear: A Journal of Art, Context and Enquiry), Ranjana Thapalyal (Researcher School of Design, and p-t Historical & Critical Studies, GSA).
Following this morning’s GFT lecture by Chantal Mouffe on agonistic democracy, this afternoon’s Seminar will focus upon two recent projects which engage in different ways with the concept of democracy and representation.
Is art just to be considered as ”advanced entertainment” or is it possible to detect a political
potential in and through art?
From the historical avant-garde, through the neoavant-garde and up to,
what can be labeled as the current “avant-garde”, the political dimension has always been of
immense importance, for both artists and critics. Through analysis of various case examples,
including theater, sculpture, painting, performance and film, we want to examine and discuss how
the political content is expressed in avant-garde art works. Are their political statements articulated
explicitly through their content or does it lie implicit in the artworks form?
Is it the social impact that enables us to distinguish art as political?
Can the collage-like form and inorganic nature of the movie be understood as a proposition
of a new form of community?
How does art regain an importance in society?
Can art play a role in a social transformation? – in
what form?

Through an analysis of Beuys performance (or aktion as he preferred) Coyote – I like America and
America likes me (1974), in which he lived together with a wild Coyote for 7 days, I want to
examine and discuss the political potential expressed through this work. How does this correspond
with Beuys’ theoretical framework, with its social and political orientation?

Jasper B.G. Riis-Hansen
Avantgardistic demands to politics-political demands to the avant-garde
Can art be political?
Can artists help to make a revolution? 

Steps toward formulating a thesis
A thesis is an answer, but you have to start with a question.
What answer does George Grosz give?
What answer does John Heartfield give? What answer does Hannah Höch give?
Can there be more than one answer to the question?
 https://eee.uci.edu/programs/humcore/Student/archives/Year2007-2008/Winter2008/LectureNotes/LNWk4-2_RGM_lec2_printerfriendly.htm

El arte, ¿para qué y para quién?

(mesa redonda sobre función social del arte)
Proceso, September, 2004 by ¡ Gonzà lez Rosas, Blanca
En un debate poco común, el pasado miércoles 22 de septiembre cuatro artistas enfrentaron y confrontaron ante estudiantes, el reducido y nulo impacto que tiene su quehacer en la opinión pública y en el devenir social en general.
Invitados por la División de Ciencias y Artes para el Diseño del plantel Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-X), la crítica y artista visual Mónica Mayer, el curador y videoasta Iván Edeza, la performancera y activista cultural Lorena Wolffer, y la videoasta Ximena Cuevas, reflexionaron sobre la relación entre su quehacer y la sociedad....
Otro mundo es posible
¿Qué puede el arte?

# Autores: Aurora Fernández Polanco
# Localización: Estudios visuales: Ensayo, teoría y crítica de la cultura visual y el arte contemporáneo, ISSN 1698-7470, Nº. 4, 2007 (Ejemplar dedicado a: ¿Un diferendo "arte"?) , pags. 125-144
Can  Art Change the World? A Holistic Theory. Jerry Saltz. The Village Voice. Tuesday, Sep 5 2006
Can artists change society? - join the debate www.a-n.co.uk/forums
Can artists save the world?
Posted by Anna Maria Di Brina - 02 December 2009 17:29 Tracey Emin, Antony Gormley and others respond to climate change A large, parasite-like form has appeared on the façade of 6 Burlington Gardens, London So let’s go back to the original question: can art change the world? United Nations Environment Programme  World Environment Day 2007  Nobel Peace Center International Polar Year  Union of Concerned Scientists Tromsø Art for the Environment  BOZAR Centre for Fine Arts Mia Hanek
Can  art change politics, does politics determine art?
Forms of Resistance 11 & 12 October 2007 Seminar
Can art change politics, does politics determine art?
(www.vanabbemuseum.nl/seminar)
This two day discussion seminar reflects on some of the issues brought up in the exhibition Forms of Resistance. The seminar will introduce the exhibition and invite a number of artists, theorists and activists to discuss the political possibilities of the art field. Some of the questions addressed will include:
-         What are possible relationships between art and political action?
-         What role does aesthetics play in articulating the desire for social and political change?
-         How can we interpret the political desires of previous artistic
generations today and how does it impact on our understanding of the history of art?
Speakers Will Bradley, Marcelo Esposito, Charles Esche, Brian Holmes, Gerald Raunig, What, How, For Whom? and Marina Vishmidt.Information The seminar will be held in the Van Abbemuseum, Eindhoven 11th October 15:00 - 21:00 12th October 12:00 - 17:00
What kind of images are significant in these constructions of national identity? What is the relation between the interpretation of these images as a form of national capital and the process of globalisation, both of which have been increasingly criticised in the past two decades? And do national identities (and the art and popular-culture images attached to them) still matter when suprana tional communities and their related identities – such as the European Union – are quickly gaining ground? The symposium will also critically examine how the geographical model has become seemingly ineradicable in the academic and museological interpretation of art and visual culture: will we ever, or should we ever, abandon the concept of nationality as a primary structuring principle?
University of Amsterdam and the Van Gogh Museum Visual Culture and National Identity: A Symposium June 10-11, 2010 Lectures, discussion panels and research workshops With (a.o.): Susan Buck-Morss, Thomas Dacosta Kaufmann, Sudeep Dasgupta, Annet Dekker, Wessel Krul, Neil McWilliam, Griselda Pollock, Anthony Smith, Anna Tilroe and Kitty Zijlmans
Can socially engaged art do more harm than good? Are there ethical responsibilities for social art? Does socially engaged art have a responsibility to create public good? Can there be transdisciplinary approaches to contemporary art making that would contribute to issues such as urban planning and sustainability?
The artists involved in Open Engagement: Making Things, Making Things Better, Making Things Worse, challenge our traditional ideas of what art is and does. These artist's projects mediate the contemporary frameworks of art as service, as social space, as activism, as interactions, and as relationships, and tackle subject matter ranging from urban planning, alternative pedagogy, play, fiction, sustainability, political conflict and the social role of the artist.
This years conference will host over 140 artists, activists, curators, scholars, writers, farmers, community organizers, film makers and collectives including: Nato Thompson, The Watts House Project, Linda Weintraub, Ted Purves, Henry Jenkins, Wealth Underground Farms, Brian Collier, Anne E. Moore, David Horvitz, Chen Tamir, and Parfyme.
Credits: Sponsors-RACC, PNCA, PSU, The Cyan Open Engagement planning committee—Katy Asher, Ashley Neese, Sandy Sampson, Crystal Baxley, Laurel Kurtz, Amy Steel, Lexa Walsh, Ally Drozd.j

Pero, en relación con el diálogo actual en el Caribe donde se propuso un viaje, un recorrido de un lugar a otro, se plantearon dos enfoques de preguntas, la primera ¿qué sucede? y ¿cuáles diferencias, particularidades y giros hay en la idea de lo itinerante y una posterior travesía regional que propone un diálogo intercultural? La segunda ¿sería simplemente un intercambio regional de acentos y costumbres?, o ¿una metodología de proceso que se exporta de un territorio a otro?¿qué sucede? y ¿qué relaciones se pueden construir, no bajo consignas regionales, sino mediante discusiones culturales en este intercambio? Rafael Ortiz. Director del 42 Salón Nacional de Artistas. miércoles 2 de marzo de 2011 http://m.eltiempo.com/lecturas-dominicales/portada-un-salon-horizontal-/8942509

 ¿Cómo se efectúa la confrontación de saberes? ¿Dónde se rompe la mediación? ¿Cuáles son los lugares donde prima la diferencia? ¿De qué maneras se subvierte la relación jerárquica profesor/alumno? ¿Qué forma de conocimiento se da a partir del desacuerdo entre individuos al interior de un grupo?                                 Desencuentros en Bogotá. BTA11

Pero la pregunta general sigue siendo: ¿qué hacemos con una disciplina ambivalente, que está institucionalizada y disciplinada bajo este tipo de condiciones? ¿Cómo podemos recalcar la dimensión histórica y global de la investigación artística y hacer hincapié en la perspectiva del conflicto? ¿Y cuándo es el momento de apagar las luces? ¿Una estética de la resistencia? La investigación artística como disciplina y conflicto. 

Hito Steyerl. ://eipcp.net/transversal/0311/steyerl/es

 ¿Qué significa que el arte en sus «formas prácticas en constante ampliación»[4 entre producción de conocimiento, investigación, formación y autoformación no solo se presente en una inmediata vecindad con el desarrollo de las economías del conocimiento, sino que llegue incluso a ser formulado como lugar de la producción del conocimiento[5? ¿Qué significa esto para la formación artística en tanto que parte implicada en la conversión de la actividades de formación en actividad económica productora de beneficios en las sociedades de control?


Pero, ante todo: ¿de qué se conocimiento se trata y qué relaciones de poder histórico-políticas se tornan visibles en el mismo? Arte y conocimiento: rudimentos para una perspectiva descolonial                                          Traducción de Raúl Sánchez Cedillo,Therese Kaufmann. Eipcp.Instituto europeo para políticas culturales progresivas http://eipcp.net/transversal/0311/kaufmann/es
¿Porqué las disputas del feminismo tienen un lugar tan poco visible en el arte Colombiano? ¿Es el contexto del conflicto armado un impedimento para pensar en las relaciones género-estética-política? ¿Son otros los impedimentos? ¿Han ladrado suficientemente las perras en Colombia? ¿Han llegado a morder? ¿Cómo se cruzan feminismo y postcolonialidad? ¿Cómo hablar de feminismos en América Latina sin caer en la lógica del pensamiento derivativo con respecto al norte? ¿Cómo abordar el tema de la inequidad de género sin solidificar la noción de diferencia sexual?¿En qué contextos circulan las producciones estéticas feministas?                                               Vozal ¿perra Que Ladra No Muerde?  Jun 21st, 2011 http://esferapublica.org/nfblog/?p=17231

What is a Biennale? What kind of audience can be counted on? What is the role of the curator?

1. Is the artistic community a nation? 2. how many nations do you feel inside yourself? 3. where do you feel at home? 4. does the future speak English or another language? 5. if art was a nation what would be written in its constitution? The answers, published in the catalogue, voice the views of the artists and draw a map of our contemporary collective landscape.

 ¿Cuál es el tipo de relación que establece el artista, entre los lenguajes que provienen desde un centro que colonizó sus costumbres, y la experiencia que le aporta la modernidad local, con sus diferentes fusiones aportadas por un tronco de inspiración española, a los que se insertan los vestigios subalternos que sobreviven de lo indígena y lo afro?
http://esferapublica.org/nfblog/?p=18027

Debate Altermodernidad Decolonialidad

¿De qué forma los artistas nos vemos afectados por nuestro medio? ¿De qué manera logramos hablar de los que nos importa sin dejar de hacer arte? ¿Es posible que podamos marcar una diferencia en nuestro entorno?
La presente convocatoria hace una invitación a artistas a presentar obra en torno a reflexiones políticas, entendiendo éste término de modo amplio. Queremos brindar la plataforma para una conversación acerca de las problemáticas que nos atañen a todos incentivando una nueva y fresca mirada sobre la vinculación entre arte y política, una mirada acorde a una nueva generación que trate el tema mediante vehículos actuales y sin comprometer contenidos ante la presión de lo considerado políticamente correcto, nunca olvidando el lenguaje y sensibilidad artística.
CONVOCATORIA DE TRABAJOS DE VIDEO EN TORNO A LA POLÍTICA


  • Arte y procesos de cambio ¿Si el arte transforma la realidad cómo lo hace?
  • Arte y política ¿Cómo entendemos el lugar del arte en política?
  • Arte y construcción de paz ¿Puede al arte cambiar el rumbo de las violencias y aportar a la construcción de paz?
  • http://esferapublica.org/nfblog/?p=20604

Una pregunta destaca por encima de otras: ¿qué puede hacer el artista por cambiar el estado de las cosas? El Arte Como Arma Social http://esferapublica.org/nfblog/?p=24620

 ¿Pero puede el arte cambiar el mundo realmente?  Arte Y Protesta http://esferapublica.org/nfblog/?p=24690

¿La revolución nos vuelve más creativos? ¿Por qué las vanguardias creativas fueron un éxito contra (sic) lo que ocurrió con las revoluciones políticas? ¿Cuál es la relación arte-revolución en América Latina? ¿Vivimos una vuelta al nihilismo? La Indisoluble Unión De Arte Y Revolución. http://esferapublica.org/nfblog/?p=25472
Emily Pringle This comes back to the idea of the museum as a social space. One of the aspects that has been highlighted in this programme is how we invite visitors to question what it is they are experiencing. For example, there will be a series of questions on the walls that we will be asking - questions investigated by the artists and generated from the whole programme, rather than statements telling people what the work means. Such as: "Can art be a catalyst for social and political activism?" Or: "What is the viewer's role in a live art performance?" This sets a very specific tone, and there is a generosity about the approach which is important.
An Open Manifesto. Publication: Tate Etc. Author: Noble, Kathy. Date published: July 1, 2012http://www.readperiodicals.com/201207/2695900121.html
Is contemporary art politically useless? Does it serve only as a bystander, offering smart academic responses—or worse, packaging revolution into edgier-than-average commodities to sell to the very elites that these movements challenged? Does art lay the ground for future insurrections, or merely undergird a whole system of capitalist thought and institutions that have to be changed before anything else can change? 
The State of Political Art After a Year of Protest Movements. Back to the white cube. A A AComments (0)By Martha Schwendener Wednesday, Oct 17 2012 http://www.villagevoice.com/2012-10-17/art/the-state-of-political-art-after-a-year-of-protest-movements/
¿Cómo producir una imagen política?
Seminario de Marcelo Expósito en Lugar a Dudas, Cali
13-14-15 de noviembre de 2012
Este breve seminario tiene por objeto, a través fundamentalmente del análisis de algunos casos de estudio extraídos de 'mi' trabajo, pensar una pregunta crucial para toda práctica artística que quiere contribuir al cambio social: ¿cómo producir una imagen política?
Si escribimos 'mi' entre comillas, no es sino para resaltar que utilizamos este posesivo por mera convención, y siempre cuestionado. Deleuze y Guattari lo sintetizaron perfectamente en su estudio sobre la obra de Kafka: se trata de pensar el trabajo del arte por fuera de una dicotomía simplificadora como es la que opone lo 'individual' a lo 'colectivo'. Un artefacto cultural, una producción artística puede ser leída, o bien como una creación originada por una individualidad extraordinaria, o bien como un enunciado que es siempre colectivo. Es así que el trabajo 'propio' debe hacerse legible siempre como un agenciamiento, en el que el artista singular, si ése es el caso, opera como un catalizador político que busca a su vez potenciar la fuerza de la cooperación social.
De ahí se deduce que la formalización que este seminario adoptará, incluyendo proyecciones de trabajos propios y de otros autores y autoras precedentes, no pretende reforzar el sentido común de la historia positivista, dirigido siempre a buscar la autoridad de las influencias en la obra de un artista. La proyección de tres de mis vídeos irá acompañada de fragmentos de películas de Chris Marker, Jean-Luc Godard, Stan Brackage, Alexander Kluge y Carolee Schneemann, así como por vídeos de Martha Rosler, Dara Birbaum y Ulrike Rosenbach. Pero no se trata aquí de confesar influencias ni de reconocer la autoridad de los maestros, sino de pensar cómo la historia del arte politizado presenta invenciones relacionadas con esto que llamamos 'producir una imagen política', invenciones que consisten en hipótesis, prototipos y artefactos formales y simbólicos que, lejos de mirarse con el respeto distanciado de una lectura idealista, deben analizarse con minuciosidad para poder ser reapropiados y actualizados en cada nuevo momento.
Algunas preguntas que este seminario plantea son las siguientes: ¿cómo dejar de pensar una 'obra de arte' como un objeto singular autocontenido, para en cambio poder desmenuzarla como una invención formal que debe ser multiplicada mediante su reapropiación actualizada?; ¿cómo abandonar la sobredeterminación que ejerce la dicotomía individual/colectivo en la producción de la 'obra', desplazándola para situar en el centro el problema de la 'articulación' política de una práctica?; y para afrontar la cuestión de cómo articular políticamente una práctica, ¿cuán actualizables son las hipótesis productivistas de Walter Benjamin y Bertolt Brecht prefiguradas en la década de 1930, que plantean la necesidad de que una práctica cultural politizada intervenga modificando el aparato de producción y se plantee una política de la recepción y de la comunicación?; ¿podemos pensar el imperativo godardiano de 'producir políticamente films políticos' como una actualización sesentayochista de dichas hipótesis históricas?; cuando pensamos en la valencia política de una imagen, ¿debemos situarnos inevitablemente en la dimensión del realismo?, o por el contrario ¿es posible superar la dicotomía entre vanguardias 'rojas' y 'blancas' planteada por Peter Wollen en su ensayo de 1975 ("Las dos vanguardias"), de acuerdo con la cual la historia de la politización de las vanguardias en el siglo pasado ha discurrido por los carriles paralelos pero sin apenas intersección de la radicalización en el contenido y la radicalización en las formas?; ¿cómo podemos concebir la imagen política como un territorio en el que se 'exprese' (y no meramente se 'represente') la imbricación de los conflictos de clase, raza, género o sexualidad?
El armazón que sostiene la arquitectura de este seminario —la secuencia de proyecciones de los casos de estudio que abajo se especifican— nos permitirá movernos en el interior de una constelación de conceptos e hipótesis que se manejarán de forma abierta, sin la prefiguración de un programa de estudio solidificado: montaje y fragmentación, expresividad vs. representación, articulación, modos de producción y de diseminación, etc. En definitiva, reflexionar sobre cómo producir una imagen política implica plantear hipótesis sobre una política de la imagen.
¿Qué implica que la arquitectura sea política? ¿Cómo puede la arquitectura ser política a través de la forma? ¿Dónde está el espacio de la política?, ¿Cómo se ha transformado la imagen de Medellín a través de proyectos como la Biblioteca España de Giancarlo Mazzanti?, ¿qué impacto han tenido en las comunas estos proyectos urbanísticos?
http://esferapublica.org/nfblog/?p=51108
2. ¿Podemos hablar de emociones “generizadas”, feministas, o más ampliamente de emociones políticas?
Este eje reúne trabajos que reflexionen sobre el caráctersexuado de las emociones, buscando vincularlas con orientaciones políticas y éticas. Dicho de otra manera, se trata de explorar el efecto dela socialización de género en el tipo y calidad de emoción que se manifiesta,así como el poder que tiene la expresión de estas emociones en la generación y definición de vínculos sociales;o por el contrario,en el estancamiento o anulación de ellos. Igualmente se buscan aproximaciones que revelen de qué manera las emociones no son neutras axiológicamente; a través de ellas se ponen en escena distintas posiciones de sujeto sexuadoy concepciones del mundo y del orden social y sexual.
COLOQUIO INTERNCIONAL
ARTES, EMOCIONES Y GÉNERO
8 y 9 de marzo de 2013
Universidad Nacional de Colombia
El Grupo Interdisciplinario en Estudios de Género (GIEG) de la Escuela de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Colombia y el programa ANR francés “Poder del arte: experiencia estética, emociones, saber, comportamiento”, convoca a las y los investigadores en ciencias sociales y humanas, a las y los filósofos, las y los literatos, las y los profesores y estudiantes de bellas artes y a las y los artistas en general, a intervenir como ponentes o asistentes al Coloquio Internacional: artes, emociones y género (la participación no tiene costo).




Nov 2, 2010

El artista como Poverty profiteer


“There’s no business like poverty business”

Aug 8, 2010

Sobre la caricatura. Revista de Estudios Sociales No 35. Universidad de los Andes


Debate

Participantes:

Julio César González, Matador

Se inicia como creativo publicitario. Sus primeros trabajos humorísticos los realizó para el periódico El Fuete y para la gaceta de cine de Comfamiliar, de su ciudad natal. Ha participado en bienales de humor y la sátira en Grabovo (Bulgaria). Sus trabajos han sido publicados en el Diario del Otún, La Tarde, El Espectador, la revista Semana, la revista Credencial, Portafolio, Soho, Don Juan, entre otros medios nacionales e internacionales. Actualmente es caricaturista del periódico El Tiempo. Correo electrónico: matadorcartoons@gmail.com.

Alejandro Martín

Egresado del programa de matemáticas de la Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia. D.E.A. en Lógica y Filosofía de la Ciencia, Universidad Nacional de Estudios a Distancia, España. Del 2004 al 2007 se desempeñó como editor de la revista Piedepágina y actualmente es coordinador de la Biblioteca Virtual de la Biblioteca Luis Ángel Arango. Correo electrónico: alemartin@gmail.com.

Catalina Ruiz-Navarro

Maestra en Artes Visuales con énfasis en Expresión Plástica; Filosofa, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Actualmente cursa la Maestría en Literatura, Universidad de los Andes, Bogotá. Columnista y blogger de ElEspectador.com. Co-fundadora y directora de la revista HOJA BLANCA, proyecto ganador de la convocatoria Bogotá un libro abierto, en el marco de Bogotá capital mundial del libro. Colabora frecuentemente con otros periódicos como El Heraldo, y las revistas Soho, Arcadia, Cartel Urbano y Level Magazine. Lleva el blog catalinapordios.blogspot.com. Tiene experiencia en diagramación, procesos editoriales, edición, fotografía e ilustración. Ha trabajado como investigadora de contenidos audiovisuales, para el programa Culturama, de Señal Colombia, y ha colaborado como expositora en paneles y conferencias universitarias. Participante asidua de las comunidades web: Flickr, Twitter, Facebook y Msn. Correo electrónico: catalinapordios@gmail.com.

Carlos Salazar

Pintor. Estudió en la Facultad de Artes de la Universidad de Barcelona y el Atelier 17 en Paris. También escribe sobre temas como la relación entre Arte y Corporaciones, Arte e Ideología y Arte y Religión. Correo electrónico: salazar86@gmail.com.

Fernando Uhía

Artista, MFA del San Francisco Art Institute de California y Maestro en Bellas Artes de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. Ha expuesto nacional e internacionalmente y recibió el IV Premio Luis Caballero de la Secretaría de Recreación y Deportes de Bogotá (2007), la Beca Jóvenes Talentos del Banco de la República de Colombia (1997), la Beca Colcultura Presidencia de la República (1993), y el Primer Premio del Salón Universitario del ICFES (1989). Ha sido conferencista, profesor de arte en universidades de Bogotá; tallerista del Banco de la República en ciudades colombianas; ponente en encuentros de facultades de Arte; consejero de Artes Plásticas del Instituto Distrital de Cultura y Turismo, y jurado en innumerables concursos de arte en Colombia. Ha dirigido más de cien proyectos de grado en las universidades Tadeo y Andes de Bogotá, y ha escrito sobre arte y cultura contemporáneos para catálogos y medios impresos nacionales como El Espectador y El Tiempo, y las revistas OJO, Erguida y Horas. Ha dedicado su vida académica a investigar sobre las manifestaciones visuales derivadas de la globalización económica y a buscar nuevas metodologías para la educación y enseñanza artísticas. Actualmente es editor de la revista NQS y profesor asociado del Departamento de Arte de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de los Andes (Bogotá, Colombia). Correo electrónico: fuhia@uniandes.edu.co.

¿Por qué leer la historia a partir de la caricatura?

Julio César González (Matador): Porque es más chévere… tiene dibujitos.

Alejandro Martín:“Leer la historia a partir de la caricatura” suena a una propuesta muy interesante que no sé si alguien haya realizado, y no estoy seguro en qué pueda consistir. Si se trata simplemente de incluir como fuente del trabajo histórico la caricatura, me parece que, como testigo de los tiempos, la caricatura tiene tanto o más que decir que las demás fuentes. Y desde hace bastante tiempo, historiadores ya canónicos como Germán Colmenares le han dedicado su interés. Sobre todo hoy en día, con el énfasis en fuentes distintas, en particular en las imágenes, las caricaturas habrán de cobrar más y más interés.

Pero la pregunta parecería sugerir algo más: ¿se trataría de imaginar la historia, de Colombia, por ejemplo, a partir de todas las caricaturas que se han publicado? ¿O de contrarrestar los textos canónicos con las caricaturas de los hechos que allí se tratan? ¿O de ilustrar los libros de historia, por ejemplo, para los colegios, exclusivamente con caricaturas? Es decir, a la hora de interpretar la historia, dar un valor primordial a la caricatura, tomarla como paradigma de fuente. Por ejemplo, que sean ellas las que nos enseñen a leer, que deberíamos decir, mejor, a “imaginar” un cierto momento histórico. ¿Esto qué implicaría? Las caricaturas son una fuente histórica con una retórica especial y con una gramática particularmente compleja dentro del reino de las imágenes. De entrada, después de un buen tiempo y fuera del contexto, resultan difíciles de entender y a la vez invitan al escepticismo, ya que sabemos que nos presentan una visión cargada de la historia, hecha de exageraciones. Pero, a la vez, sabemos que sus autores podían decir algo que muchos otros no se atrevían. En Colombia, se trataría de una historia primordialmente política, ya que ha sido ése el tema principal de los caricaturistas.

Catalina Ruiz-Navarro: Porque la caricatura hace anotaciones constantes sobre la actualidad, sobre todo la política, y como su posición es inmediata, y crítica, construye una historia con las mismas características. La caricatura transmite una impresión de la historia más pegada a la gente que a los academicismos.

Carlos Salazar: La historia suele ser, en su peor faceta, la historia del abuso de los poderosos, por una parte, y la de los que quieren ser poderosos para tener acceso al ejercicio del abuso, por otra. El poder, sin embargo, no se puede liberar de las cadenas de la exageración y la hipérbole. De lo heroico y de lo grandilocuente. La gran maldición que lleva el poder sobre sí mismo es que no puede ejecutarse sino dentro de un cierto nivel de vulgaridad, y ésa es la presa preferida de la caricatura, que, finalmente, no es otra cosa que una manera popular de ejercer control social sobre el poder y limitar sus abusos. Aunque la noción que tenemos de “caricatura” es la gráfica, la caricatura en poesía y prosa es más antigua y posiblemente más corrosiva. No hay sino que leer los retratos que hacen Menandro o Plauto de los políticos, parásitos y escaladores sociales del mundo antiguo. Nada ha cambiado, para desgracia del mundo y para fortuna de la caricatura.

Fernando Uhía: Se puede leer la historia desde cualquier práctica, pero la caricatura es una práctica “al día” de producción determinada por eventos puntuales diarios. En su mayoría los historiadores no trabajan así; más bien buscan un tema general que condimentan con temitas laterales, resultando la historia en una ficción abstracta más cercana a ficciones como el Estado o el Capital. Al ser la caricatura la historia “al día”, devela los acontecimientos antes de que la historia oficial y sus métodos “científicos” los vuelvan abstractos y los alejen de la vida diaria.

¿Qué dice la caricatura que la historia no dice?

Julio César González (Matador): Por lo general la historia la suelen escribir personas muy serias, algunas veces muy perversas… casi no hay humor en los relatos históricos; la caricatura se burla de todo, incluso de la historia como nos la cuentan. Hay humor, que es algo que nos hace más humanos.

Alejandro Martín: En una lectura histórica de las caricaturas colombianas, algo que reviste un interés especial serían todas las repeticiones, los motivos que aparecen y reaparecen. Ya que, como no se reconocen las caras, muchos dibujos separados por años se verán iguales. Quizás resulte más evidente cómo ciertas estructuras no cambian nunca. Y además nos hacen conscientes de cómo en las caricaturas, en muchos casos, se trata principalmente de detectar esas estructuras. Son muy interesantes también los tropos de las caricaturas. Esos esquemas que aparecen en las caricaturas de todos los países, como las cabezas infladas o ciertas representaciones zoomorfas. Todos estos “arquetipos”, al ser comunes, nos hablan de las cosas humanas, y lo dicen, y lo muestran desde esa mirada aguda que intenta concentrar todo en una imagen.

Catalina Ruiz-Navarro: La historia está comprometida, por definición, con el ganador, y toma el bando de quien la escribe. Es imposible pensar en una historia totalmente imparcial pero esta misma pretensión hace que traten de construirla a partir de hechos, no de opiniones. La caricatura habla, justamente, de esas opiniones, y no puede ajustarse a un discurso regente porque su publicación es inmediata, es en caliente, es como una pequeña cápsula de tiempo de una opinión. También la caricatura tiene la posibilidad de denunciar abiertamente algo, sin la responsabilidad de la denuncia, pues la caricatura no es real, aunque todo lo que diga sea cierto.

Carlos Salazar: Que la historia es la historia de la lucha de clases. Esas dos clases son, por una parte, la de los que tienen el poder y la vulgaridad, y por otra, la de los que desafían el poder con el ingenio. La vulgaridad suele ser elegida democráticamente y termina ganando, pero el ingenio, la quintaesencia de la aristocracia popular, se encarga de mantener intacto el insomnio de la vulgaridad. Vaya usted a presumir de sus “logros” en un bar de Dublín o en un barrio del sur de Bogotá y comprenderá lo que le digo.

Fernando Uhía:No dice nada, más bien enfrenta al espectador con la cruda realidad antes de que los poderosos e historiadores la deformen para su provecho.

El caricaturista vive entre dos profesiones: artista y periodista. ¿Qué toma de ambos mundos? ¿Qué pierde de ambos mundos?

Julio César González (Matador): En mi caso particular no me considero ni artista ni periodista; yo me quedo con la definición de mi papá cuando estaba en bachillerato: “soy un bueno para nada que hace mamarrachos”. El arte y el periodismo ganaron al no incluirme en sus filas.

Alejandro Martín:Yo no creo que podamos llamar al caricaturista periodista, más bien columnista de opinión. Yo ligo el periodismo a la investigación. Y el caricaturista no hace eso, más bien opina sobre lo que está sucediendo, sobre lo que todo el mundo conoce. Y en relación con el columnista de opinión, podemos decir que el caricaturista tiene más libertad; no conozco de casos de demandas a caricaturistas por difamación (aunque con seguridad habrá habido). Eso me lleva a pensar en un tema interesante, y es el modo de afirmación, de enunciación, de una caricatura. La firma no implica que el autor “dice” lo que la caricatura dice; en muchos casos, quien dibuja puede afirmar que lo que allí queda no es más que lo que “se dice”, que sólo está plasmando algo que está en el aire, pero que nadie puede escribir en un periódico sin el riesgo de ser acusado de afirmar sin pruebas. Es raro que se le pidan pruebas a un caricaturista. Y, por lo general, el caricaturista juega con la variable del humor, lo que lo diferencia del resto del periódico. De modo que, si pensamos “periodista” como alguien que hace parte de un periódico, aparecen varias claves para pensar el caricaturista: por un lado, la periodicidad, que le permite crear un lenguaje propio que se desarrolla en complicidad con sus lectores, y por otro, el lugar que ocupa dentro del periódico, lo que puede decir que el resto del periódico no puede decir. Es una pieza muy importante.

Respecto al otro polo de la pregunta, a la relación de la caricatura con el arte, parto de afirmar que hoy en día es difícil saber qué podemos llamar arte. Sin embargo, propongo dos líneas de trabajo a partir de la pregunta. Primero, si pensamos en los caricaturistas dibujantes, y como tales ligados a la disciplina y tradición del dibujo que se considera como parte del arte, allí surge la pregunta interesante de qué caricaturas de la historia deberían hacer parte de la historia del arte y por qué razones, ¿Por su buen trazo? ¿Por su elaboración de caracteres? ¿Por su inteligencia y agudeza? Segundo, si nos guiamos para pensar los artistas por aquellos contemporáneos que llamamos artistas, quizás podríamos llegar a afirmar que entre los mejores artistas del cambio de siglo en Colombia había caricaturistas. Las series de Vladdo de pequeñas variaciones sobre una misma idea (un Pastrana al que la ropa cada vez le queda más grande, un palacio presidencial que se va volviendo una colección infinita de recordatorios de crímenes), los videos de Zoociedad y los personajes de Jaime Garzón, todos pueden encontrar análogos en el mundo del arte (series de variaciones, videoarte, performances) mucho menos críticos, tanto de la situación como del lenguaje mismo que utilizan (criterios repetidos de la valoración del arte actual). La cuestión es que la fractura de la noción de arte en el siglo XX afecta también la forma como asumimos la historia del arte y su relación, por ejemplo, con la caricatura. Y que, de todos modos, tanto en la primera como en la segunda lectura, lleva a notar afinidades profundas entre arte y caricatura. Y, comparando los que llamamos artistas y caricaturistas en la línea de lo propuesto en la pregunta, los segundos tendrían algo que es a la vez una libertad y una prisión, ya que, libres de los condicionamientos del mundo del arte (incluido aquel de ser “libres”), indiferentes al imperativo de hacer arte, harían caricaturas dentro de los condicionamientos de su oficio y el impulso para trabajar que da tener claro aquello que se hace, más cuando el oficio implica un trabajo cotidiano.

Catalina Ruiz-Navarro: Del periodista el caricaturista toma mucho, necesita estar informado constantemente, y necesita tener reacciones rápidas a esta información. Del artista gráfico toma la habilidad para mostrar en una imagen una realidad propia, y la habilidad del retratista para revelar el carácter del retratado; el verdadero hombre tras su máscara, su pequeñez y fealdad esenciales. No creo que pierda nada de estos mundos, tal vez su quehacer es más pragmático que el del artista y menos atropellado que el del periodista.

Carlos Salazar: No veo por qué tenga que haber un conflicto de intereses entre los dos métodos. Periodistas como Klim eran maestros de la caricatura escrita, y Antonio Caballero y Osuna lograron desarrollar su humor bucólico en ambos campos. La flexibilidad estilística, en este caso, es imprescindible, y la versatilidad tonal a la hora de abordar uno u otro tema nos dice mucho de la persona. Antes que caricaturistas o periodistas, lo que tenemos son personas, y las personas no suelen estar en el mismo tono todo el tiempo: modulan. Como en la música, cada tema propone una modulación diferente, y no creo que deba haber pudor en adaptarse.

Fernando Uhía: La caricatura es periodismo sin “corrección de estilo” y arte sin “buengustismo”.

En el escándalo político llamado el “Proceso 8000”, monseñor Rubiano dijo que si el presidente Samper no se dio cuenta de que el dinero de narcotraficantes había financiado su campaña era como “si un elefante se mete en tu casa y no te enteras”. La frase del elefante cogió fuerza, y sin que Rubiano fuera un caricaturista, hizo caricatura. ¿Quiénes hacen caricatura por fuera de los caricaturistas? ¿Cómo comunica la caricatura?

Julio César González (Matador): Yo creo que más que un caricaturista la gente misma en sí es una caricatura, o si no miren a Uribito… que es una mala caricatura de un gobernante que a su vez es una perversa caricatura del poder (Todos los políticos son caricaturas y mentirosos natos). La caricatura comunica efectivamente porque tiene el ingrediente de la sátira y del humor, lo que coloca al poder en su verdadero sitio, o sea, convertido en un mamarracho.

Alejandro Martín: Definir es muy complicado. Uno reconoce una caricatura cuando la ve. Si bien caricatura es un término abstracto y general que, con el tiempo, ha encontrado instancias más diferentes a las que se aplica (la frase que mencionan, videos, fotomontajes, etc.), sigue estando muy claro lo que es una caricatura “clásica”, y esta imagen nos guía para entender el concepto más general. Así que, en casos más lejanos, llamaremos caricatura aquello en lo que encontramos analogías importantes con esos casos confirmados. Así como en su mayoría las caricaturas intentan atrapar en una imagen un evento particular, una situación, la frase de Rubiano resumió mejor que nada una situación general, lo que pasó con un gobierno completo. Y lo más curioso es que lo hizo con un lugar común, con una frase que uno usa para muchas cosas. Pero fijó una imagen. Eso creo que es clave, ya que estamos pensando en la relación estética/política. Allí, en esa imagen ridícula y vergonzante del elefante, se estableció una manera de mirar y de pensar un gobierno y la situación de un país.

Catalina Ruiz-Navarro: En este caso el comentario de Rubiano se convirtió en caricatura gracias a una aceptación generalizada de una idea. La comparación fue ingeniosa y divertida y muy visual, porque la caricatura se apoya mucho en su contenido visual (que puede ser visual metafórico) para transmitir su mensaje. Ese componente visual es lo que hace precisamente que el mensaje sea tan claro, contundente, y de fácil recordación.

Carlos Salazar: Como lo dije arriba, la caricatura es un arma popular por excelencia y se encuentra en el arsenal de cada casa, de cada café y de cada barrio. Aunque la televisión haya tendido a unificar el humor, el humor vernáculo del barrio La Perseverancia, por ejemplo, sigue siendo famoso. Cada zona, en cada parte del planeta, posee su propio código de humor y sátira. Este código maneja desde lo más amplio y exotérico hasta las formas más endogámicas del humor, cuyo fin es, entre otros, divertirse con los extraños. Pero para comprender eso debemos tener en cuenta que la noción que tenemos de “caricatura” es la gráfica. Y eso es un error. Cuando le damos a la caricatura escrita, en verso, o simplemente le construimos el pedestal que se merece a esa caricatura efímera que es el apunte, el calembour, la indirecta y, cómo no, el chiste diario, entendemos en qué contexto hace caricatura alguien que no tiene nada que ver con la caricatura gráfica.

Fernando Uhía: Rubiano no hizo caricatura. Lo del elefante funcionó más bien como una parábola tipo Nuevo Testamento, fue un juicio simbólico muy serio acerca de un comportamiento ético reprochable. Lo caricaturesco es el símil sobre el país, un lugar garciamarquiano donde todo es posible y los únicos que se atreven a mostrar las contradicciones son los caricaturistas; los demás nos hacemos los pendejos, los elefantes invisibles.

La caricatura impresa es un invento de mitad del siglo XIX en Francia, pero antes y después de eso hubo caricaturistas desde otros medios: Molière caricaturizó brillantemente su época en el teatro a partir de su máxima “hacer reír a la gente honrada”. En esa misma línea se puede ir hasta las comedias de Aristófanes, del siglo V antes de Cristo. Un artista tan serio como el belga James Ensor logró a finales del siglo XIX, mediante pinturas, caricaturizar lo occidental. Su enorme Entrada de Cristo en Bruselas es un buen ejemplo. Algo de eso hay en nuestro Fernando Botero de la década de 1950, que llevó a buen término las teorías sobre lo grotesco de Marta Traba. La invención técnica creó sus propias maneras de caricaturizar. Méliès hizo películas en las que se caricaturizan situaciones, o se alegorizan cómicamente al sol o la luna. La radio fue propicia para la caricatura sonora, pues comparte con la caricatura gráfica el método de trabajar “al día”. En Colombia no hay que olvidar a los locutores de Radio Santa Fe y su inolvidable “El Pereque”, dirigido por Juvenal Betancur en los sesenta y setenta, y reencauchado hace un par de años con la voz y dirección de Guillermo Díaz Salamanca y Rubén Darío Arcila. Más recientemente, desde 1992, y con la afortunada combinación del mismo Díaz Salamanca y Hernán Peláez, el programa radial “La Luciérnaga” es la escuela caricaturística por excelencia, no sólo para colegas radiales, sino para los mismos caricaturistas gráficos y columnistas de diarios impresos: en ella se parodian oral y musicalmente las contradicciones nacionales, evidenciándolas como ningún otro medio lo había hecho antes. Lo más reciente en humor radial son las “entrevistas” de Javier Estamato, primero en “El Cocuyo” y ahora en “La Escalera”, en las que el autor les pregunta a reconocidos personajes sobre sus “metiditas” de pata. Las respuestas son ediciones digitales, detalladísimas, que logran poner en la voz de algún descarado personaje público cosas que nunca dijo de esa manera. Es una caricatura muy contundente, casi inigualable, debido al uso de la interfaz de la voz de los “culpables”.

En la primera presidencia de Álvaro Uribe Vélez varios caricaturistas manifestaron la dificultad que les causaba intentar “cargar” la imagen del mandatario: su sobriedad, mesura, ecuanimidad, su aspecto físico, lo hacían un soporte casi neutro. Con el paso de los años está situación se ha invertido. ¿A qué se atribuye este hecho? ¿Debe la caricatura actuar siempre en contra del poder?

¿Sin la acción del poder no hay reacción en la caricatura?

Julio César González (Matador): Al principio no conocíamos muy bien la forma de gobernar de Álvaro Uribe; con el paso de los días vimos el desastre y su forma de gobernar al país como si fuese una finca; entonces ahí es donde los caricaturistas entramos con más confianza a dibujarlo. La caricatura siempre está en contra del poder abusivo, corrupto y discriminador de nuestros gobernantes… es una forma de quitarle la máscara; es David contra Goliath… pero sin resortera.

Alejandro Martín: Con relación a los personajes públicos, los caricaturistas muchas veces han necesitado tiempo para dar con los rasgos fundamentales del carácter. Y Uribe era en apariencia un personaje simple, sin rasgos fuertes. Con el tiempo pasaron varias cosas: por un lado, los caricaturistas lo fueron conociendo mejor, y aprendieron a subrayar aquello que marca su personalidad; pero también sucedió que el Presidente se fue subrayando a sí mismo, llevando a un extremo caricaturesco aquello que podría ser apenas perceptible en un comienzo. Cada vez fue más soberbio, más histérico, más descarado. Pero todo con los mismos rasgos/trazos que originalmente dibujaban ese personaje aparentemente simple. De todos modos, hay que señalar cómo todo eso que todos fuimos reconociendo más tarde ya estaba allí desde un comienzo. Y para saberlo es suficiente con ver el video de finales de los noventa de Godofredo Cínico Caspa en el que Jaime Garzón imita al entonces gobernador de Antioquia con voluntad de dictador: allí está todo lo que los demás caricaturistas tardaron años en encontrar, mostrando con ello también cómo los mejores caricaturistas tienen algo de videntes o de visionarios.

Con relación a si debe o no debe la caricatura actuar en contra del poder, creo que es peligroso endilgarle deberes a profesiones como ésa. Si bien es verdad que los caricaturistas políticos mayoritariamente parecen ejercer una vigilancia de los poderosos, en muchos casos las caricaturas resultan ser sólo como los chistes que hacen los empleados de los amos, en la medida en que lo único que consiguen es relajar y distender una carga potencialmente violenta. De modo que la caricatura, en esos casos, termina trabajando incluso a favor de los que detentan el poder. Y es verdad también que, como las columnas de opinión, la caricatura tiende a ser comentario, reacción. Pero la caricatura puede hacer mucho más, puede representar una situación a través de su visión de la vida cotidiana. Mediante inversiones y paradojas, puede permitirse plantear utopías o miradas profundas de los temas esenciales. En mis respuestas hasta ahora, he tenido en mente sólo ciertas caricaturas que parecen ser las mismas que guían esta pregunta: las del día a día que reelaboran los sucesos políticos. Pero hay muchas caricaturas. Quino, por ejemplo, es un cronista inigualable de la vida del siglo XX; no sé si haya habido en América Latina un artista tan agudo como él. Y sin presumir de artista rompedor, todos los domingos, en todo el continente, sus imágenes llenaron una página entera de los diarios con una visión a la vez punzante y dulce de la vida cotidiana de todos. El cuestionamiento de todos los modos de poder que ha hecho Quino con sus caricaturas es sin duda una forma muy distinta de enfrentamiento.

Catalina Ruiz-Navarro: Al comienzo, los caricaturistas encontraban difícil dibujar a Uribe porque no lo conocían, él no había pelado el cobre, no había mostrado sus defectos, no había empezado a repetir sus manierismos y su imagen no era de fácil reconocimiento popular. La caricatura no necesita actuar siempre en contra del poder, necesita ser crítica e ingeniosa, y estar constantemente cuestionando discursos sólidos. Lo que pasa también es que la caricatura es un medio que permite responderle al poder por medio del humor, es decir, en teoría, sin consecuencias nefastas para el caricaturista o el medio que lo publica. No es tanto que la caricatura necesite del poder o funcione con referencia a él, simplemente es un medio idóneo para la protesta y la irreverencia frente al statu quo.

Carlos Salazar:Bueno. No soy caricaturista pero supongo que la razón es que Pastrana, a quien todo el mundo en el país “cargaba” como quería (caricatura viene del italiano carricare, cargar, según averigüé), los hizo bajar la guardia, los aburguesó y entraron fríos al personaje. Afortunadamente, lo que hizo a Uribe vulnerable fueron su sobriedad, mesura y ecuanimidad a la hora de vulgarizar sus tácticas para perpetuarse en el poder para su segundo mandato. Cuando hablamos de Zonas Francas, Notarías, Agroingreso Seguro y Reforma a la Salud es de sofisticación que hablamos, en la medida que la Política es la forma más sofisticada de la vulgaridad. El caricaturista necesita pretextos, y al principio Uribe no se los dio. Pero en su segunda presidencia, cuando su urgencia por empezar a pagar las primeras cuotas por la casa propia del poder se hicieron evidentes, la caricatura tuvo el pretexto que necesitaba y empezó a “cargar” esa especie de ecuanimidad que Uribe aprendió en sus años de infancia con los jesuitas.

Fernando Uhía:El poder es creativo, en el sentido más destructivo de la palabra. Es lo que la luz a la Teoría de la Relatividad de Einstein. La caricatura hace ver cómo se fraguan los procesos de crecimiento del poder. En el caso de la imagen de Uribe, es cierto, Uribe vendió esa imagen inmaculada y neutral muy parecida a Superman. Incluso su afiche de campaña de 2002 lo mostraba “supermanizado”, con bucle caído en la frente, mirada perdida hacia el infinito y manita en el corazón. Muchos votaron por esa imagen supuestamente neutra, pero con el tiempo se vio que de neutral no había nada en su gobierno. Comenzó por cerrar el Ministerio de Justicia, luego empezó a regalar el país a “inversionistas” extranjeros, a cerrar hospitales y a reescribir la Constitución, esto último produciendo un grado de corrupción nunca antes visto y un segundo auge paramilitar. Es obvio que todo eso alimenta a los caricaturistas, son hechos graves que, siguiendo a Molière, es un deber mostrarlos sin censura a la gente honrada.

La exposición “La caricatura en Colombia a partir de la Independencia” se cierra con una caricatura de Álvaro Uribe Vélez dibujada por Matador. En ella se ve al presidente Uribe en el suelo, riéndose. Hay una leyenda que atribuye la hilaridad del mandatario a lo risible que le parece la oposición a la luz de la buena imagen que tiene su gobierno en las encuestas de opinión. La caricatura, como colofón de la exposición, se puede leer como un ejercicio de escepticismo; la crítica, incluida la caricatura misma, nada le hace a la imagen del Presidente. Pero por otro lado, la caricatura se puede ver como un ejercicio tímido de curaduría, una imagen casi neutra, comparada con muchas otras en las que el mismo caricaturista se ha “cargado” al Presidente: en una, Uribe está en la cama, arropado y listo para recibir a un tío Sam que ansioso de entrar en el lecho le dice: “Tranquilo, tu soberanía quedará intacta”. Exhibir caricaturas es difícil, más aún, si esto se hace en una institución del Estado o si la mirada histórica quiere mantenerse alejada de la actualidad y su polémica. A la luz de estas interpretaciones surge una pregunta: ¿Pueden las instituciones – sean museos o autoridades curatoriales o históri-cas– tener humor?

Julio César González (Matador): Esto tiene que ver mucho con la corrección política y es una cuestión de estómago… si un museo depende del gobierno central no va a colocar una caricatura que pueda arriesgar el puesto de la curadora… ya que si la echan no puede comer (estómago). Por lo general estas instituciones son políticamente correctas, pero hoy en día internet ha demostrado que lo que está atado al establecimiento puede ser transgredido de una manera tal que llega en segundos al otro lado del mundo.

Alejandro Martín: Las instituciones, claro que pueden tener sentido del humor. Yo diría “deben”, si no fuera porque en la pregunta anterior había cuestionado esos “deberes”. Y además es importante distinguir las instituciones, que por lo general son muchas personas, con distintas responsabilidades y actitudes, que hacen curadurías como en este caso, y la relación entre los curadores y los miembros de las instituciones a la hora de escoger un tono para una exposición como ésta. Quizás una exposición de caricatura resulte tanto mejor cuanto más seria sea, mientras que tal vez sea mejor que el tema más serio se trate con las dosis más agudas de humor.

Otra cosa es la pregunta particular con relación a esa exposición particular. Y la cuestión de si esa exposición debía cerrarse de un modo u otro. Al contrario de lo que parece pensar quien redactó la pregunta, yo creo que la elección de esa caricatura para cerrar la exposición es todo lo contrario de tímida. Es mordaz, es desmoralizante, casi trágica. Significativa del tipo de humor de la curadora. La figura de Uribe dibujada por Matador nos hace pensar que, por más críticas que sean las caricaturas que salen en los medios, por más aparentemente duras que sean, como las que se sugieren en la pregunta, las caricaturas y todo lo que se diga aquí o allí, todo eso no le importará al Presidente un pepino: él se morirá de la risa. ¿En últimas, es señal de complicidad de la curadora con el Gobierno? ¿Con la institución? ¿Una muestra de timidez? Yo lo veo más bien como un gesto de pesimismo. Pero eso, como todo, está abierto a lecturas. ¿Qué pasa con la risa? ¿Qué efectos tiene la caricatura? Eso parece invitarnos a mascar la curadora después de atravesar la exposición. A mí no deja de sorprenderme y de preocuparme el hecho de que muchos de los chistes más duros contra el Gobierno se hagan en las mismas emisoras radiales que han trabajado duro para construir la imagen del Gobierno con mayores índices de popularidad en la historia nacional.

Catalina Ruiz-Navarro: Primero, la caricatura es sólo una opinión, no es una fuerza política. El Uribe de Matador se burla de todos los Uribe dibujados y de su autor mismo, son Uribes imaginarios, que siempre palidecen ante el personaje real. Por otro lado, la burla también es una especie de homenaje, es decir que un personaje es suficientemente importante para dibujar una opinión pública sobre él, así que un ejército de caricaturistas podrá criticar al Presidente, pero también lo harán más popular. Es un arma de doble filo. Por eso no creo que sea un ejercicio tímido de curaduría cerrar la exposición sobre esta imagen, es un ejercicio crítico sobre la caricatura misma, caricatura de la caricatura, y así. Un museo colecciona objetos de interés humano, entonces, ¿por qué no va a exhibir caricaturas? La misión de los museos es registrar y preservar la historia muchas veces desde la vida cotidiana, y en esa medida una caricatura, aunque es efímera en su vigencia, sí es un documento. Es claro que una institución del Estado, exponga lo que exponga, mantiene su distancia con las obras; la institución del Estado es un contendor y funciona como tal. Las instituciones, museos autoridades curatoriales o históricas pueden tener sentido del humor, y ojalá lo tuvieran con más frecuencia. Creo que las instituciones se toman muy en serio a sí mismas, y muchas no se pueden dar el lujo de no hacerlo porque dependen de esta seriedad para su financiación. El juego de la sociedad es hacer creer a los inversionistas los chistes que uno se inventa para hacer pasar por realidades. Burlarse de eso hace que la gente dude de uno, y eso en términos económicos no puede pasar. Pero humor hay, así sea sutil, en todas partes, y probablemente hasta la institución más oficialista se burla de sí misma, aunque no nos demos cuenta.

Carlos Salazar:El humor y la caricatura son modernos por excelencia. Cuando recurrimos a ellos estamos siendo modernos. De hecho, la forma periodística actual del humor, por no hablar de la mismísima modernidad, viene, así le duela al antiilustrado Foucault, del tono partisano del periodismo de la Restauración Inglesa y la Ilustración. El humor en los periódicos en forma de panfleto y caricatura escrita logró ayudar a liberar a Inglaterra, no sólo de la política, sino del aburrimiento del puritanismo que había abolido con Cromwell todo lo que oliera a fiesta y ruido. La modernidad se debe al humor y a la sátira: a Pope, a Dryden y a Swift. Es curioso observar que los satíricos ingleses, como los españoles, comenzaron traduciendo a los satíricos romanos para calibrar su tono. El enfrentamiento entre los puritanos y los ilustrados, en todas las épocas, es básicamente un enfrentamiento de tonos literarios. El panegírico contra la sátira. Lo solemne contra lo escatológico. El orden contra el relajo y el santo contra el humano. También en América la sátira, el humor y el panfleto cumplieron un papel primordial. También en la América colonial pre-revolucionaria, la sátira, el humor y el panfleto cumplieron un papel primordial.

Las similitudes entre nuestras instituciones posmodernas y las de la era de Cromwell son terriblemente interesantes. Las instituciones actuales están construidas, a mi modo de ver, por una parte, sobre discursos y estrategias de poder derivadas de la religión y la ética protestante, y por otra, sobre Rousseau y lo premoderno agrícola, que sólo quiere conquistar identidad, etnia y folklore. Al ser una religión del control cívico, el posmodernismo es solemne, conspicuo, puritano, triste, escondido, jesuita y autoritario. El posmodernismo no tiene humor. Y lo que es peor, odia el humor. El tono institucional del posmodernismo y su cultura oficial, el Arte Político, es el tono de las religiones vernáculas del Oriente Medio, del Corán y la Biblia, que son los libros más tristes del mundo: el tono monoteísta de la furia, la venganza, la guerra cultural, la intolerancia con las demás religiones, el castigo, la autopredestinación, la prohibición, la condena del placer y de la risa. No es casual que autores como Lévinas, que construyen su discurso con el tono del lamento del exilio de la prosodia bíblica, sean los que dan la clave en la que los artistas políticos se entonan antes de hablar o escribir. No hay humor político en nuestro Arte Político y sus artistas nunca se ríen en público. Es parte de su código de urbanidad. Como en el incidente de las caricaturas de Mahoma, la institución no tolera ser ridiculizada y puesta en duda en lo concerniente a sus manejos del poder y su dudosa ética, y suele tomar represalias si se ve cuestionada por el humor. El humor representa para las Instituciones una amenaza a su monopolio del lenguaje cultural. Su Logocracia. El posmodernismo y el Arte Político se levantan cada día, como se levantaban Cromwell y sus puritanos, en medio de su languidez funeraria. Hablan con su convicción arqueologizante, que no es más que una falacia ad novitam, de “cuando la modernidad existía” (siempre hablan de la modernidad en tiempo pretérito), sin darse cuenta de que, esencialmente, de lo que se privaron al amputar la modernidad de su sistema, fue del humor, un ejercicio que la modernidad no presta. El que odia la modernidad odia el humor, y ésa es su grande y caricatural tragedia. Rabelais intentó demostrarnos que una institución puede estar basada en la risa, pero éste no parece ser el caso. La esperanza está en el hecho de que la humanidad es esencialmente pagana, y me atrevería a decir que la caricatura denota fuertes atavismos caníbales. El hombre necesita “comerse” al prójimo sin romper el tabú, y la caricatura es el único modo en que alguien puede comerse al otro simbólicamente, deportivamente. Y es por eso que creo firmemente que si bien institucionalmente el humor y la modernidad han sido declarados como muertos, la cultura popular y el excelente estado de la caricatura, escrita, oral o gráfica, nos demuestran una cosa bien distinta. Las instituciones actuales dominan y se adaptan bacterialmente a todas las retóricas para mantenerse en el poder. Menos a la retórica del humor. Ésa es la gran brecha en la muralla que debe ser explotada y gracias a la cual jamás van a poder actuar con total tranquilidad.

Fernando Uhía: Hay un ethos que identifica al rico y poderoso con el bueno y el bonito, y a lo grandilocuente con lo eterno. Es un ethos muy complejo, construido ladrillo por ladrillo desde el Renacimiento, pasa por el “patraseo” de Napoleón hacia los ideales de la Revolución Francesa ocasionado por banqueros que “ayudaron” a franceses e ingleses simultáneamente, y últimamente por la supuesta derrota del comunismo ruso.

La construcción cultural en la que un Primer Mundo debe tranquilamente vivir desde las materias primas de un Tercer Mundo es parte de la misma construcción y ayuda a vender esa fábula ética como algo natural. Las instituciones, como los bancos centrales latinoamericanos, siguen esa fábula al pie de la letra: fueron fundados por “misioneros” gringos, dedican una partecita de sus entradas a la “cultura” para ocultar su salvajismo, y sus sedes son monstruosos edificios de mármol y concreto metidos en medio del centro colonial de las capitales de nuestros países: la grandilocuencia arquitectónica de sus sedes se corresponde con la grandilocuencia de la retórica que transmiten, que es ni más ni menos la de la eternidad e infalibilidad del capitalismo. Es posible que sólo el pomposo nombre de Banco de la República de Colombia haya asustado a la curadora Beatriz González y a su equipo de búsqueda, pero creo que es más una falla de atención y ubicación de documentos recientes que un tipo de autocensura. A pesar de sus fallas (el siglo XX está pobremente representado en la exposición, y la caricatura radial solamente se nombra una vez en una pared), ésta es una de las grandes exposiciones de todos los tiempos en Colombia. Además, en un país atrapado en la tradición “Regeneracionista”, hasta un moco pegado en una pared de baño universitario se vuelve enormemente significativo.




[*] Este debate fue formulado y organizado por Lucas Ospina. Agradecemos su colab