"The contest for History is central to the struggle for a redefinition andeventual decimation of centrism and its endangering discourses" Olu Oguibe. "The Culture Game." 2004
La curaduría de
"Últimas adquisiciones"
fué un anuncio. Poco a poco empieza a tomar forma una nueva Corriente
Revisionista del Arte Colombiano. La Historia del Arte Colombiano se
está refabricando en términos de valor sociológico y 'político", con
celo jacobino. Etnia, género, identidad, territorio, naturalismo,
nacionalidad, civismo, Responsabilidad Social, Retórica Política,
estética de la violencia etc., son los fieles de la balanza a la hora de
determinar su valor moral y su precio.
En
la medida en que ésta búsqueda y clasificación forense - en la que el
curador y el historiador son los sabuesos y validadores - se vaya
apoderando de todos los resquicios del Arte en Colombia, todo arte que
no responda a una supuesta motivación y expresión estilística
'política', irá desapareciendo. Se trata de crear una nueva genealogía
histórica. Éste politicismo historicista se aplicará en nuestro caso y
sin pudor, desde el Arte Precolombino hasta la Contemporaneidad. Esta
se presentará - tras la incorporación del pedigree fabricado en
función suya - como la Edad Dorada prometida y el advenimiento
mesiánico de la Utopía Hiperpolitizada. De Obregón, Botero, Grau y los
modernos se dejarán solo las obras 'políticas' o politicizadas a
capricho. Si resulta demasiado vergonzoso abolir la pintura abstracta
(Marco Ospina, Carlos Rojas etc.), se hará un tour de force teórico para avalar sus mejores ejemplos como 'políticos'.
Como en la costumbre Mormona, y siguiendo el ejemplo de la historiografía mainstream (que se encuentra con premura bautizando 'políticamente' post-mortem
a lo mas selecto del pasado desde Lascaux hasta la Modernidad (1)),
artistas como Ramírez Villamizar probablemente serán abolidos. Con él se
irán Fanny Sanin, Darío Morales, Saturnino Ramírez etc. En América
Latina se politicizará al europeo, surrealista y desterritorializado
Matta, pues sería un despropósito abolir al más importante e influyente
artista moderno de la región. No obstante se abolirán a Szyszlo, Le Parc
y Otero (2) .
Samuel West, en la serie de
2006 de la BBC,
The Private Life of a Masterpiece (Season
8, Episode 2), logró politicizar inmisericordemente "El Censo en
Belén" de Brueghel (1566), "descubriendo" para nosotros que el cuadro es
en realidad una protesta de Brueghel el Activista contra el "Terror
Estatal" y el "desplazamiento" en el Flandes del Siglo XVI; situación
por demás imposible para ese momento puesto que la Guerra de los
Ochenta Años solo se inicia en mayo de 1568, un año antes de la muerte
de Brueghel (1569) y tres años después de pintado el cuadro. Los
primeros sitios españoles durante la guerra se dieron en 1573, cuatro
años después de la muerte de Brueghel y siete después de pintado el
cuadro. Durante el año en que Brueghel pinta el cuadro (1566) la única
forma de Terror que existe en Flandes es la campaña de los Calvinistas
flamencos destrozando las imágenes religiosas en las iglesias.
Destrucción de la Iglesia de Nuestra Señora de Amberes por los Calvinistas. Agosto 20 de 1566. Franz Hogenberg.
Aun más. No es una anécdota mas decir que Brueghel era católico,
por lo cual se volvería más difícil refabricar su imagen como "pintor
incitador a la rebelión" por la mera voluntad hagiográfica de West -
paso lógico después de su resurrección 'política' mormónica - y ponerlo
en nuestro texto escolar
Texas-like a apoyar una revuelta
protestante e iconoclasta. Y si a eso le sumamos que Brueghel era un
protegido del Cardenal Antoine de Granvela, Gobernador de los Países
Bajos españoles y secretario de Felipe II, y no el artista marginal y
oprimido que West fabrica para el gusto compasional del televidente y la
Nueva Historia del Arte, la canonización politicista se complica.
Cardenal de Granvela. Gobernador de Flandes y patrón de Brueghel por Antonio Moro. 1549
Aun así, que diablos. El episodio televisivo, doubling down, compara
en su delirio politicista jacobino y sin el mas mínimo respeto, la
iconología del "Censo en Belén", imágenes incluídas, con.... El
desplazamiento durante el genocidio en Darfur en 2003.
Entonces,
en medio de la fiebre hermenéutica militante, donde hay unos paisanos
en sus actividades cotidianas en un día de Invierno mientras los niños
juegan en la nieve y el hielo, el episodio ve unos ciudadanos "agotados,
congelados y apabullados" preparando la logística para otro penoso día
de invierno en lo que ahora se presenta a nuestros ojos aterrados como
una especie de Sitio de Leningrado flamenco.
Brueghel. El Censo en Belén. 1566
Darfur 2003
Sobrevivientes de Darfur demuestran en Gleneeagles, Inglaterra, cómo las milicias de Jinjaweed quemaban sus casas en 2003.D. CHESKIN/PA ARCHIVE/PA PHOTOS
Siguiendo
la nueva metodología mágico-revisionista (éste procesamiento de la
imágen de acuerdo al deseo, el barato deseo del que le hablaba Freud a
Mann, es plenamente mágico-religioso), hoy en día no es pues necesario
quemar curatorialmente las obras vernáculas de la historia del arte que
carecen de una connotación narrativa 'política', pues se pueden validar
alquímicamente con la más bella y mística de las prestidigitaciones
academicas: la "narración" política apócrifa extemporánea. El bautizo post-mortem
selectivo y la resurrección del elegido en el empíreo de lo político
terminaran de sumarlo como cidadano en la Ciudad de Oro de la nueva
religión politicista. Ahora Brueghel es uno de los santos en el santoral
del Arte Político.
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Pero volvamos al principio. A nuestra aldea.
En una
entrevista a propósito de su libro "
Sobre una línea de polvo", Santiago Rueda - siguiendo el paso de las últimas curadurías de la Luis Ángel Arango, Museo Nacional
et al.-
pretende dar un peso teórico al amanecer del nuevo Revisionismo y la
nueva purga moral. En la entrevista, Rueda sienta su posición (entre
editorialista y militante) frente a la Modernidad y habla de cuando,
gracias a la perniciosa influencia de Marta Traba, se enseñaba pintura.
En otra parte de la entrevista habla de una generación de
"estólidos y distraídos" (gran
definición semánticamente perfecta para armar las primeras listas en
una purga). Habla de lo sesgado de los juicios de Traba, pero el propio
sesgo de Rueda no logra quedar oculto en la acusación al tercero y la
falacia
ad novitam:
"Aunque
admite que Marta Traba cumplió una función muy importante en el arte en
Colombia y apadrinó a un grupo de seis artistas —Obregón, Botero, Grau,
Ramírez Villamizar, Negret, Manzur—, para Rueda sus juicios fueron
demasiado sesgados y un grupo de artistas políticos quedaron por fuera.
Su influencia fue tal, que para mediados de los noventa las
universidades seguían enseñando pintura, los temas sociales eran vistos
con escepticismo, y artistas como Miguel Ángel Rojas, Luis Alejandro
Restrepo y Óscar Muñoz, que empezaban brillantes carreras conceptuales,
vivían a la sombra de los modernos."
Rueda,
de paso, blinda institucionalmente frente a la crítica a los artistas
'políticos' (crítica que se ha centrado normalmente en sus veleidades
colaboracionistas e ideologicas con el Statu Quo y su ética dudosa). En
una Regla de Tres sofística y sensacionalista, identifica la crítica que
tienen que padecer éstos artistas con la persecución y ejecución de los
próceres colombianos por los españoles. Hace del artista político,
mediante la comparación hiperbólica, un nuevo prócer fusilado en los
cadalsos de papel de sus críticos, los chapetones:
"El
arte político de los últimos años, de hecho, ha sido muy criticado.
Algunos dicen que los artistas usan a las víctimas con fines estéticos,
que “poetizan” su dolor. Aunque Rueda admite que el arte político
enfrenta dos problemas —el auge del mercado y la ideologización—, cree
que el arte colombiano siempre ha sido muy crítico: “Los artistas
siempre han sido muy valientes y han querido hablar de esa realidad
social. Está Chócolo, Antonio Caballero, están los grabadores, está
Augusto Rendón. Incluso los ilustradores de la Expedición Botánica de
José Celestino Mutis, que se unen a la causa independentista y los
fusilan”. Su historia quizá sea la de un ciclo que se repite en el
país."
Arte, Drogas & Mafia. Entrevista en Arcadia. 2010/04/21
La
metodología historicista de Rueda no es una casualidad. Ni es una
metodología independiente. Rueda, como todo el curatoriado, la academia y
las Instituciones culturales del Estado vienen a reproducir a la aldea
una función ideológica, constante e invasiva, desde la Institución
superestructural primermundista y el mercado global. Imitan y son
colonizados por esa visión reformatoria de la Historia del Arte que ya
vemos florecer en West. La metodología pedagógica politicista, sin
embargo y como se puede ver llega tarde. Pero llega. Y en sentido es
evidente que no hemos dejado de ser modernos.
Una tercera curaduría,
"La Vuelta a Colombia" (video),
define un punto claro en el dibujo de la línea ideológica. Si el texto
curatorial de Méndez en "Últimas Adquisiciones" pretende sonar lo más
académico posible y la entrevista de Rueda toma tintes de manifiesto
criollo , en “La vuelta a Colombia” (Felipe González y Julián Serna,
curadores
http://esferapublica.org/nfblog/?p=9852) la
confusión infantilizante de la noción de 'Política' se vuelve
exasperante por momentos. La palabra 'politica' es pronunciada y mas que
nada, prestigitada, con una frecuencia mantrica, casi obsesiva,en los
24 minutos que dura el video. Es la moda. El mecanismo mágico de
'politización' y enmendadura mormonizante del cuadro abstracto de Marco
Ospina es, como en West, casi caricatural. Norman Mejía se salva por un
pelo de la arrogancia condescendiente de los juveniles inquisidores.
Algo si sabemos. Para los jóvenes que han llegado al politicismo todo lo
que se mueva es pesado
in situ en la balanza de Anúbis de lo político. (3)
La
Institución pues no busca rigor ni seriedad. Mucho menos educar; solo
usa la Historia para adoctrinar adeptos usando la retórica rebeliosa de
lenguaje populista . Le abre el camino al mercado del politicismo
manoseando la historia con las manos de seda de la ignorancia politíca
grandilocuente reemplazándola por politicismo vulgar. Ojalá no pasara de
una anécdota, pero es en las manos de éstos historiadores, curadores y
críticos, formados y animados desde los salones académicos, en manos de
los cuales está la revisión historicista del Arte Colombiano por venir.
La falacia Anti-Pro Statu Quo
ya comienza a hacer sus estragos en la historia del arte en Colombia.
No importan los niveles vergonzosos de colaboracionismo de los artistas "Anti-Statu Quo",
con el poder y el Estado. ¿Qué importa la viga en Ojo Omnipolitico
propio si se puede señalar la paja en el ojo tuerto de la Modernidad?
No
obstante abolir la Modernidad de la Historia degradandola moralmente,
es abolir el espíritu de rebelión. Lo que nos espera es una purga
puritana silenciosa, tibia, lenta y metódica. Todo lo tibio, lento y
metódico que puede ser el Statu Quo a la hora de abolir la
Ilustración, el placer, el juego, la civilidad del tiempo libre, la
frivolidad el disfrute y la belleza del arte de la sociedad. Para
nosotros, el Premodernismo, la Religión Politica, el Ritual Tribal, el
Folklore, la estetización del dolor y la guerra. La filantropía y su
avatar, la "política", como entretenimiento de las masas. Para el
ciudadano, el deber jacobino de politizar hasta las deposiciones en
nombre de la Utopía. Como señala Oguibe, el primer mundo busca abolir su
Premodernidad, mientras abole la Modernidad en la Periferia.
Ya en 2007 habíamos llamado la atención sobre lo que se veía venir:
"Si
una sociedad moderna y capitalista adopta culturas exóticas eso es
parte de su prestigio y de la decoración de sus lobbies, sus bienales y
sus museos. Lo étnico es allí la cereza en el helado de la modernidad.
Pero si una sociedad tercermundista, en un concepto que no es mas que
una constante y persistente amenaza moral, adopta parámetros modernos,
ello no es mas que producto de la intervención foránea y la alineación y
debe ser extirpado. El candado de la prisión cultural se cierra pues
desde la lejanía de la metrópoli a través del sistema académico y
curatorial, el sistema de los premios, los salones y las galerías, las
que como era previsible, entendieron que el arte social es un gran
negocio tanto monetario como ideológico. Y desde luego el de los
críticos del historicismo político para quienes hacer arte óptico,
constructivismo, arte cinético o cualquier cosa que no satisfaga la
estética de "lo bello del atraso premoderno" no es "ético.".
Encadenados al Premodernismo.
http://esferapublica.org/nfblog/?p=765
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Politicismo:
voluntad obsesiva por politizar cualquier fenómeno, objeto estético o
iniciativa cultural. Inversamente, estetizar cualquier fenómeno o
iniciativa política. Exigir que todo producto estético o iniciativa
cultural haga parte de una agenda política. Hacer de la narrativa
política la
conditio sine qua non para que un objeto estético o fenómeno cultural posea
valor de uso y
valor de cambio en el mercado y valor ideológico dentro de la superestructura cultural dominante.
politicismo s. m. [der. di
politico1],
non com. – Importanza eccessiva attribuita alle esigenze della
politica, per cui ogni altra attività intellettuale o morale viene
subordinata a essa.
"La miseria del politicismo actúa como un gas,
tóxico tanto para la imaginación como para el estímulo creativo.
Especie de pelagra superficial que afecta, sin embargo, a las raíces del
conocimiento y la alegría del pensamiento en sí.
La
redundancia de las distinciones, el recurso a coronar a los inmortales,
de simular el jubiloso descubrimiento de un consagrado o de elegir, por
favor, a una mujer, convierte el panel en un cuadro tan desgastado como
aburrido. Tan aburrido como la pobre atención que se brinda a la obra
importante de por sí, fuera de las fáciles muletas que presta la
obviedad de un eximio o el incuestionable marketing feminista.
De
la Universidad a los ministerios del Cultura, de los premios
internacionales a nuestros Premios Nacionales, el politicismo ha ido
engullendo los demás factores de la ecuación. Habrá diferentes patrones
pero hay un único Patrón. El Poder Político nunca tan devaluado
moralmente pudo aspirar a más. O jamás el poder político se muestra tan
intervencionista como cuando pierde legitimación intelectual: sus
manotazos rompen o dañan cuanto toca en el intento agónico de recobrar
el mando y su falta de autoridad estética convierte su tacto en
mediocridad, su presencia en malestar y en tristes mundos los diversos
espacios que visita."
(1)
"The LDS Church teaches that deceased persons who have not accepted, or
had the opportunity to accept, the gospel of Christ in this life will
have such opportunity in the afterlife. The belief is that as all must
follow Jesus Christ, they must also receive all the ordinances that a
living person is expected to receive, including baptism. For this
reason, members of the LDS Church are encouraged to research
their genealogy. This research is then used as the basis for church
performing temple ordinances for as many deceased persons as possible.
As a part of these efforts, Mormons have performed temple ordinances on
behalf of a number of high-profile people, including the Founding
Fathersof the United States,
[45][46][47] U.S. Presidents,
[45] Pope John Paul II,
[48] John Wesley,
[45] Christopher Columbus,
[45] Adolf Hitler,
[49] Joan of Arc,
[49] Genghis Khan,
[49]Joseph Stalin,
[49] and Gautama Buddha.
[49]" http://en.wikipedia.org/wiki/Baptism_for_the_dead
b.
"Mormons believe that everyone has to be baptized a Mormon in order to
get into heaven. Posthumous baptisms are conducted primarily to allow
Church members to give non-Mormon relatives a chance to get into heaven
after death.Mormons don’t believe that they’re forcing their religion
onto the dead, since the soul of the deceased needs to consent to the
baptism from beyond the grave in order to become Mormon. The way they
see it, the service gives that person one last chance to convert, a
chance that they’re free to reject.(...)
Daniel
Pearl, Anne Frank, and Simon Wiesenthal’s parents are only the latest
in a long line of people to be posthumously baptized by Mormons.An
estimated 380,000 Holocaust survivors were posthumously baptized in the
1990s, according to a New York Times report. Though the problem came to
light after this incident, Jews haven’t been the only targets of
posthumous baptisms. The Church admitted that Barack Obama’s mother was
posthumously baptized in 2008.According to Radkey, Mormons have also
vicariously baptized Joan of Arc, Charlie Chaplin, Marilyn
Monroe, Mahatma Gandhi, and Adolf Hitler.Radkey also said that she
discovered Holocaust survivor and Nobel Laureate Elie Wiesel’s name in
the database. A spokesman for the Mormon Church told the Huffington Post
that Wiesel’s name hadn’t actually been submitted for baptism, and that
his name was entered into the genealogy database in error."
http://m.nydailynews.com/news/mormons-baptize-people-dead-article-1.103155
(2) Addenda 2015. "The location of Abstract Expressionism in the schema of
America Is Hard to See
may have been purely logistical, given the size and complexity of the
exhibition. But its siting to the left of a set of politically motivated
images does two things: it heralds, in emotional terms, the sense of
release felt by these artists when the epiphany broke that art doesn’t
have to send a message or even look like anything to be powerful, heady
and enduring; and — more provocatively — it takes the first
international brand of American art and
shoves it to the side.
By electing not to place AbEx front and center, the exhibition declares
that postwar painting, rather than initiating both the American
dominance of Modern Art and an inevitable march toward reductivism, is
but one episode in an unfolding narrative, albeit an extremely important
one, but one episode nonetheless." The Triumph of Revisionism: The
Whitney’s American Century by
Thomas Micchelli on
May 2, 2015.
http://www.vulture.com/2015/05/saltz-did-modernism-even-happen-in-america.html?mid=twitter_vulture
(3)
El corazón del muerto, que era el símbolo de la moralidad del difunto,
se pesaba, en una balanza, contra una pluma que representaba el Maat, el
concepto de verdad, armonía y orden universal. Si el resultado era
favorable, el difunto era llevado ante Osiris en Ara; sin embargo, Ammit
"el devorador de corazones", que se representaba como un ser mezcla de
cocodrilo, león e hipopótamo, destruía aquellos corazones cuya sentencia
resultaba negativa, impidiendo su inmortalidad.
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Bibl. Olu Oguibe. THE CULTURE GAME. University of Minnesota Prenpss. 2004