Aug 15, 2007

El otro como mercancía pura

Pura en el sentido en que no es solo mercancía en el sentido tradicional y moderno del término de mercancia inanimada sino que es, en el sentido posmoderno y cultural del término, quien da Valor Reputacional a la mercancía creada por el artista; mercancía que sin el valor moral que proviene de la vampirización política del Otro no tiene valor artístico o monetario alguno.
Desde Beuys y en una vuelta al Neoclasicismo, el arte ya no es más Conceptual sino Moral. Y El Otro es el plus que da un prestigio no ya conceptual sino moral al artista y su producto antes de introducirlo en la corriente del mercado. La mercancía que es el Otro introduce el valor mágico, el geist sin el cual el objeto, que no tiene en si valor alguno, no puede sostenerse en la corriente de mercado del Turismo con Reputación o "Arte Contemporáneo". En términos religiosos el Otro es el que "consagra" publicitariamente al objeto y al artista.
Lori Jirouzek en su trabajo sobre espectáculo etnográfico encuentra las raíces del concepto contemporáneo del Otro ni mas ni menos que en la noción de Museo de personajes bizarros del empresario circense P.T. Barnum (1810 -1891).
El Museo contemporáneo no tendría sus raíces en el Museo neoclásico sino...
¡en el Circo!
"En 1850 el Museo Chino de Barnum presentó en vivo una familia china completa para diversión de los americanos. Los periódicos se maravillaban de que Barnum no se detenía ante nada que fuera bizarro en el mundo. Con su dama china genuina...lista para exhibir su ser encantador, su curiosa postura, sus encantadores pies de tan solo dos pulgadas y media ante un maravillado y novelero público, capitalizando el ansia del mercado por el Otro Ëtnico. Barnum presentó a los chinos como juguetes, como seres eroticizados,  y "primitivos" (...).
La exhibición de Barnum  anticipa un complejo del fenómeno la cultura americana a la vuelta del suglo XX. El americano desarrolla el gusto por observar los siempre cambiantes desfiles de maravillas, observando frecuentemente al Otro por Diversión".
Desde luego hoy en día nadie, y menos un artista, se atrevería a confesar que el fin de su trabajo es, aunque así lo sea dentro de un nuevo concepto de diversión con contenido moral, diversión liberal burguesa. Es imprescindible, dentro del método de ocultación de la perversión, decorarla con un discurso benévolo humanitario, sentimental y solidario. Si vamos a comerciar con plomo no lo vendemos puro, lo ocultamos en juguetes pintados. Y eso es el Otro para el presente. Un juguete: el "chinese toy-like" del que habla Lori Jirouzek.
Es usual dentro del discurso "contemporáneo" dar por sentado que
"turismo cultural es lo que hacen los demás, no yo"
De ello es ejemplo  el fugaz debate que se dió en Esfera entre Pascual Gaviria y Cristian Zapata en esa gran Temporada de Caza del Otro y Trofeo Reputacional que fué MED 2007 y en el que éste último, en un texto ambigua y poéticamente construido nos habla de una demostración de que él y sus artistas no son asi, demostración que no aparece por ninguna parte, y solo dando por sentado que, si lo hace un artista ello vale como demostración o que el hecho artístico es en si moralmente correcto y por tanto vale como demostración.
Es cierto por ser quien sois. El artista según Zapata, por serlo, posee inmunidad ética y coherencia moral:
"Ahora lo más importante es el proceso de relación con las personas que trabajan en la elaboración de la obra arte. Ahora el espectador también es parte activa. El artista crea la obra, y luego hay mediadores y espectadores participantes. Hoy el artista es un ser político, un ser que apuesta por una cantidad de problemas que estamos viviendo, han demostrado que no es un turista cultural". (1)
O como lo formula Villamil en su "nosotros no hacemos eso", o "lo nuestro no es efectista" simple y llanamente porque somos nosotros:
"Ese efectismo que es referirse al otro, exhibir sus costumbres, prácticas o formas de representación sin un interés temático o conceptual que sustente la inserción del término "arte".
¿Cual es pues, señorita Villamil, la solvencia ética para decirnos lo que el artista "debe" y "tiene que"?
El artista no tiene que nada y máximo cuando quienes estimulan  la dictadura cultural no hacen más que desprestigiar la ética política habiendo vuelto la política y la marginalidad el entretenimiento del capitalismo liberal y hacen parte constante, aún dentro de un aparente espíritu "naïf" , de ese  pozo de arena movediza ética sin salida moral o ética alguna que es mercado del Otro Etnico. Más si son parte del mundo del arte que no es otra cosa que una gran agencia turísitica con Reputacion Moral de Mercado. Por más Agua de Lévinas con que lo intentemos lavar  las manos de Lady Macbeth, Lady Macbeth tiene sangre del Otro en su cofre de joyas.
----------
(2) Lori Jirouzek. Spectacle Ethnography and Immigrant Resistance: Sui Sin Far and Anzia Yezierska 
MELUS, Vol. 27, No. 1, Contested Boundaries (Spring, 2002), pp. 25-52