* El término double-down proviene del Blackjack y significa jugar por doble o nada después de perder una mano. Se utiliza en política en términos de cómo sacar ventaja de un mal paso en público.
El tema no es simplemente venderle a la Corporación, como también insiste Andrea Fraser. Esa transacción es inevitable y creo que el debate no va a ser fructífero en ese terreno. Siempre van a buscar la falda de mamá Borgia y Rockefeller para esconderse. El tema es, además del tema ético, la relación de difusión de contenidos ideológicos corporativo-crítico-filantrópicos por parte del artista.
Camnitzer no es Matisse o Cézanne, Pollock o Rothko, el artista moderno ideológicamente inocuo en la colección Rockefeller. Eso era en la maldita modernidad. En la contemporaneidad el artista político es un agente ideológico difundiendo una agenda programática corporativa ajena.
Camnitzer no es exactamente un “animal político” (zoon politikón) sino más bien – como todo artista “latinoamericano profesional’ – un “animal domesticado político” (katoikidión politikón) reformado y recompensado desde la ideología social corporativa euro- anglosajona. Desde su “enemigo”.
Camnitzer no es un “peddler” que pone su puestico de loza en la calle y al que Daros, el patrón corporativo que pasa le compra su producto ante las cámaras de la prensa para tapar sus crímenes. Los temas que maneja Camnitzer, su denuncia comodificada y su retórica de batalla entre maoísta, puritana, calvinista y profundamente maniquea ( a propósito de maniqueísmo)
“La tarea entonces–eso que podemos llamar la militancia–es lograr que los malos se arrepientan y que los buenos no se corrompan. Por eso es tan importante revelar historias verdaderas. Pero hay que tratar de hacerlo sin establecer conexiones falsas que nos distraen del enemigo o lo simplifican.”
son un refrigerio ideológico exquisito por – si bien ruidoso – políticamente inocuo y estéril para el paladar de los CEOs de la politización filantropizada o la filantropía politizada de Daros que busca, programáticamente, latinoamericanos profesionales, chefs del color local sublime y rebelión conceptual de museo – no solo para tapar su pasado infame con tolerancia y corrección política hacia las “justas reivindicaciones del tercer mundo” – sino fundamentalmente para promover su visión paralizadorade la sociedad capitalista mediante la filantropía.
La retórica Paulista-populista de redención de los malos es también parte del trabajo de Camnitzer. El artista – Camnitzer el double-downer – tiene como misión que lo blinda ante la crítica, hacer arrepentir a los descarriados que le dan de comer y le iluminan en su condición de estrella profesional latinoamericana del arte.
Camnitzer es el Mesías jugando blackjack. Doubling-down, acusa a sus detractores maniqueos – el mismo un maniqueo al escoger el lado “bueno” del arte como salvación – de solo querer distraerlo de su cruzada Beuyschevique. Criticarlo es sabotaje contrarevolucionario. Ya la autocrítica jesuita que el mismo se hace con el cilicio de seda de su autoindulgencia es más que suficiente.
Como todo político, Camnitzer no solo se hace ver a sí mismo como ente valido sino como ente imprescindible y necesario. Y, como los abogados de Daros, su misión, que cumple a cabalidad, es encontrar los loopholes corporativos en la ley y la ética del comportamiento artístico que le permitan no solo impunidad sino poder evangelizador-político para que su Colaboracionismo Ideológico no solo lo justifique a él sino a su estirpe, a los cientos de artistas, curadores, historiadores y educadores sans-culottes, que están en Lationamerica en la fila del comedor politizado de la corporación, listos como pequeños pelícanos boquiabiertos, a recibir su ración y que ven en Camnitzer, no a un pandit ideológico a través del cual se eterniza el dominio de 1%, sino a su propio arquetipo ideólogico y al “enemigo del enemigo” que pronto los acogerá en su seno filantrópico si se portan rebelde y bien habladamente bien como él. Cual ética. El tema es de mercado. Es la ética calvinista de Camnitzer o el anonimato y quedarse sembrados en el terreno social pantanoso de la clase media latinoamericana.
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No existe tal cosa como el artista por su lado y el sistema que lo mantiene por el otro. No existe tal cosa como el bello
“encuentro fortuito, sobre una mesa de disección, de una máquina de coser y un paraguas»
de Lautréamont. El artista, inmerso en el delirio de que las transacciones son solo monetarias, piensa que un contrato efímero de un día, de una semana, de un mes, no tiene, al ser difundido, ninguna causa y mucho menos una consecuencia ideológica. Pero más aún – y éste es el punto fundamental- cree y hace creer a su público que está obrando por su cuenta. Es románticamente independiente.
Un ejemplo de ésta teatralidad ritual donde la transacción ideológica “no existe” y se reduce a una transacción puramente monetaria y donde la “independencia” virginal queda incólume, lo encontramos en la artista Doris Salcedo no saludando al presidente de Unilever, empresa que financia las Unilever Series en la Tate Gallery, de las cuales su obra Shibboleth, hace parte:
“ Con respecto al editorial del sábado pasado,http://www.elespectador.com/articulo202090-doris-salcedo-y-el-contenido-de-forma, titulado “Doris Salcedo y el contenido de la forma”, en el que se escribió que la instalación Shibboleth hecha en la Tate Modern fue financiada por Unilever, la artista aclara que no recibió dinero del polémico grupo empresarial a pesar de que era el patrocinador del museo. Salcedo señala que ella misma pagó toda la instalación de la grieta e incluso se retiró antes de tiempo, durante la comida inaugural, para no tener que saludar al presidente de la compañía. Fuente. Cartas a nuestros lectores / El Espectadorhttp://www.elespectador.com/columna-202317-aclaracion-de-doris-salcedo
La ilusión de independencia en la mecánica de la Ideología es uno de sus elementos nucleares. Mediante la negación ideológica vinculante que se hace a sí mismo el transmisor, el agente inoculador, el artista, cree que su arte es “único” (1) y su visión “independiente” (2)
(1) “Everyone believes his craft to be the true one. Illusions regarding the connection between their craft and reality are the more likely to be cherished by them because of the very nature of the craft.” Karl Marx. The German Ideology. 1845. Notes, written by Marx, intended for further elaboration 12. FORMS OF SOCIAL CONSCIOUSNESS.
(2) ”Morality, religion, metaphysics, all the rest of ideology and their corresponding forms of consciousness, thus no longer retain the semblance of independence. They have no history, no development; but men, developing their material production and their material intercourse, alter, along with this their real existence, their thinking and the products of their thinking. Life is not determined by consciousness, but consciousness by life.” Karl Marx. The German Ideology. 1845. Part I: Feuerbach. Opposition of the Materialist and Idealist Outlook. A. Idealism and Materialism.The Essence of the Materialist Conception of History. Social Being and Social Consciousness. Los Contratistas De La Nueva Utopía (1) http://esferapublica.org/nfblog/?p=21711
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Camnitzer el “double-downer”: hacia una noción de Corrupción Comprometida. http://esferapublica.org/nfblog/?p=1127